martes, 28 de octubre de 2008

Un perro valiente


Leo, que así se llama el perro, fue proclamado como un héroe después de que arriesgara su vida para salvar a una camada de mininos recién nacidos de una casa en llamas. Desmintiendo de esta manera la norma de que los perros y los gatos no se soportan. “Smoky”, apodado así por los bomberos, no quiso de ninguna manera abandonar a los gatitos que estaban a su cuidado pese al espeso humo, demostrando mucha responsabilidad y valentía.

Por suerte Leo sobrevivió, aunque debió recibir un tratamiento de resucitación con oxígeno y masaje cardíaco después de su hazaña.

Yo tengo tres perros y un gato, a los que adoro por todo el cariño que me ofrecen día a día, por eso sé lo extraordinarios que son los animales. La lealtad y la bondad, la fidelidad son rasgos que puede que no encuentres en un ser humano pero sin duda alguna la hallarás en un animal. Ojala muchos humanos se parecieran a los animales, creo que este mundo iría mejor.

martes, 21 de octubre de 2008

De un amor y de su ausencia


Me contaron una historia hace un tiempo, una historia que revolotea por mi cabeza en los momentos nocturnos en que el sueño no me vence y desvelado empiezo a pensar en aquel relato, de un amor y de su ausencia.


Sitúan la historia en un lugar sin nombre y en un tiempo sin fecha para que uno piense que pudo ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar. Pero a mí me da por pensar que los hechos no son muy lejanos, ni en tiempo ni en espacio. Y siempre que me cuentan este cuento empiezan de este modo:


“A lo lejos en la difusa distancia cubierta por la bruma blanca se encuentra una orilla, oculta a los ojos un sinfín de tesoros naturales, conchas, corales, diminutas piedras de colores yacen entre las arenas negras. Sólo se puede acceder a ella a través del mar, luchando a brazo partido contra la corriente y los violentos rompientes. Pero cuando se llega hasta el sitio uno se da cuenta que el esfuerzo ha valido la pena porque allí todo es nuevo y fresco, y distinto. Y te encuentras como en los primeros días del mundo, en paz y en silencio, esperando oír algo que no sea el arrullo del mar.”

-¿Y como se llega hasta allí?-pregunté yo interrumpiendo el relato.


Los que escuchaban interesados se volvieron hacía mí arrugando el rostro. En sus ojos airados podía leerse cierta incomprensión hacía esa idiota cuestión, creídos que el lugar del que hablaba el narrador se ubicaba en un mundo de fantasía sólo extraído de su mente.


El cuentacuentos volvió los ojos hacía mí con una fina sonrisa colgada de la comisura de sus labios. Sus ojos centelleaban abiertos, extrañado, (como el resto), por mi infantil curiosidad.

-Quisiera responderle joven, pero nadie lo sabe.

Asentí también confundido por mi peregrina interrupción. Aún pensativo y sumido en mis cavilaciones escuché la voz del cuentacuentos, diciendo:

-Pero ya que has demostrado que eres impetuoso tal vez tú puedas descubrir el sitio… algún día.
Asentí enrojeciendo y turbado decidí mantener la boca cerrada y los oídos dispuestos, pues el buen hombre siguió narrando.

“Muchos hombres quisieron llegar hasta allí…” Deteniéndose un segundo me miró furtivamente y aunque nadie mas lo notó yo percibí que me envió un mensaje subliminal. Aclarándose la voz prosiguió:

“Se decía que a los pies de la orilla se extendían largos kilómetros de arrecifes, bellos jardines sumergidos de muchos colores en los que se albergaba toda clase de vida y de tesoros. Desde conchas con perlas gigantescas hasta viejas vasijas y estatuas con serios rostros de pétreos semblantes. Fueron muchos los que quisieron encontrar la playa, pero no era tan sencillo y que se sepa nadie mas la halló, nadie salvo un muchacho, un joven de nombre Samuel.

Samuel era listo pero sobre todo tenía suerte. Las estrellas brillaban en lo alto cuando se convirtió en el único superviviente de un naufragio y las corrientes lo llevaron hasta aquel lugar. Moribundo, medio ahogado se encontró de pronto en medio de una desolación desconocida. Un sitio inaccesible del que parecía imposible escapar a pesar de los intentos. Atrapado en aquel cuadrado peligroso vio pasar los días con cierta angustia y desazón, incapaz de encontrar sustento por si mismo. Ni una sombra, ni un fruto, ni agua fresca; habiendo burlado a la muerte durante cinco días creyó que al sexto sucumbiría.

Su última noche a la fresca la pasó rezando, observando el cielo estrellado. El viento sopló entonces trasportando algunas gotas y en aquel instante rompió a llover torrencialmente. Saltando de alegría elevó la cara bañado por la lluvia, y abriendo la boca bebió de ella hasta estar saciado. Empapado, el frío se hizo acuciante y aunque no lo había hecho antes empezó a trepar con las manos desnudas por las rocas oscuras con la intención de encontrar un refugio. No lo encontró y resbaló aparatosamente, y rodó otra vez hacía aquel cuadrado peligroso, y allí se quedó horas y horas riendo por no llorar.

Pasó el sexto día y la muerte no lo reclamó. Con la luz del sol el cuadrado parecía menos peligroso y las aguas menos turbias. Todo brillaba y resplandecía a causa de la lluvia y la brisa le anestesió. Se acordó entonces de ella, de su hermosa y fuerte Miriam, de su risa sana, de su pelo rubio, de sus ojos dulces, y la calidez que sentía en su ser estando a su lado pareció insuflarle el aliento que había perdido. ¿Cómo, de que manera estaría llevando ella su ausencia?, ¿le daría ya por muerto, ya le habría olvidado?, ¿recordaría Miriam alguna vez el sabor de sus besos salados cuando se despidió en el puerto y le dijo que a la vuelta se casarían?

Le embargó la tristeza al pensar que iba a romper su promesa, que él no iba a regresar porque la peor ausencia de todas es la muerte. ¿Y si moría…? ¡No!, gritó, eso no iba a pasar. Y no iba a pasar porque él no lo iba a consentir.

Aquella mañana volvió a escalar la roca. Las afiladas piedras se le clavaban en la fina piel de las manos y le laceraban, y le escocía mucho pero nada podía compararse al dolor que estaba sintiendo al imaginarse a su Miriam. La veía sufrir, anhelante, aguardando noticias. ¿Ya sabría lo del hundimiento del barco? ¿Se habría enterado ya?

Todo había ocurrido tan rápido que ninguno de los tripulantes pudo pedir ayuda. Y todos aquellos muertos, todos aquellos amigos. Pensar en la angustia de sus familias le animó a no rendirse. Si alcanzaba la cima de la pared de roca a lo mejor encontraba algo, una salida, un lugar, un medio. Se esforzó, sacó fuerzas de donde pudo y puso un pie en lo alto. Desde allí el paisaje era imponente y su playa se veía muy frágil, lejos, desprotegida contra el océano. Respiró hondamente al darse cuenta de lo escabroso del lugar, él mismo fue realista cuando de manera abrupta una de las piedras en la que instantes antes había colocado un pie salió despedida por la pared vertical, cayendo en picado contra las rocas que alfombraban los alrededores.

Rezó de nuevo y pidió ayuda con todas sus fuerzas, nunca antes había sentido tanto la ausencia de su novia como en aquel momento cuando pensó que no volvería a verla. Nunca antes le había dado importancia a sus viajes, a sus despedidas, al tiempo que permanecían separados. Jamás se había planteado el dolor que eso le causaba a Miriam, nunca había querido escucharla cuando le pedía que no la dejara, que su distancia era su muerte porque su presencia era su vida. Ella si que era su vida, ella si que lo era todo. Y allí, solo, en lo alto de una montaña en medio de la nada se juró a si mismo que si vivía no volvería a abandonarla.

Samuel no era listo (como creía) pero tuvo suerte.

Aquella misma mañana le rescataron. No miró atrás cuando se alejaba de la playa, no pensó en los tesoros escondidos, se alegró de seguir vivo y mas se alegró cuando regresó a su casa y descubrió, que como había pasado siempre, el mayor tesoro que poseía le estaba esperando. Se casaron, claro, y vivieron siempre juntos, y desde entonces no se han separado. La gente que les ve siempre juntos les pregunta que como lo hacen y ellos siempre responden que el peor tiempo de sus vidas es cuando están separados. Para Samuel aquella dura prueba fue el aprendizaje de su vida: que el amor no muere con la ausencia ni con la distancia, porque el amor no muere pero se debilita”

Después de unos tímidos aplausos por cortesía, la gente fue desalojando el local. Yo fui el único que me quedé allí observando al anciano recoger sus cosas. Dudaba pero me acerqué, aún sentía que el cuentacuentos quería decirme algo, y no precisamente de una isla de tesoros y corales. Me miró y hablamos los dos al mismo tiempo. Yo pidiendo disculpas por haberle interrumpido y él diciendo que sobraban las disculpas.

-Antes me pareció que quería decirme algo, ¿me equivoco?

-No, quería indicarte que estuvieras atento y que escuchases, porque la historia podía interesarte.

-¿Era eso?- resoplé defraudado.

-Si has escuchado esta historia habrás aprendido algo, ¿no es así?, ¿o te has dormido escuchándome?, en realidad da igual, provoco esa reacción…

-No, no por favor, le he escuchado muy atento, es muy bonito eso del amor y la distancia…

-Me alegro- me palmoteó en la espalda, añadiendo: -¿la echas ya de menos?

-Perdone…

-¡Vamos no te hagas el tonto!, si la echas de menos deberías buscarla y disculparte, no estropees una bonita relación por una discusión estúpida sobre si ir al cine o a un café a oír divagar a un viejo.

-¿Qué?

-Antes te vi, chaval, discutías con tu novia, te echaba en cara que siempre la dejabas sola para irte con tus amigos y que cuando estabais juntos siempre hacíais lo que a ti te gustaba, ¡y tiene razón al enfadarse!- boquiabierto entendí lo que pasaba- ¡vamos muchacho no la dejes así o te arrepentirás!
El anciano asintió con la cabeza, y agachándose sobre un maletín abierto guardó el libro que hasta el momento sostenía en su regazo. Al hacerlo pude leer el título, que era el siguiente: De un amor y de su ausencia, por Samuel P. Estrada.

-¿Usted era el protagonista de la historia que acaba de contar?- pregunté.

El anciano asintió de nuevo esta vez con los ojos vidriosos. -Antes dije que el amor no muere con la ausencia o la distancia, pero tampoco con la muerte. Mi amada Miriam falleció hace un par de años, el cáncer me la arrebató. Antes de morir me dijo que tenía un capricho: deseaba escribir nuestra historia, para leérmela cuando yo empezara a olvidarla. Nunca pudo hacerlo, pero yo lo hice por ella, porque cuando me siento y lo leo, y lo recuerdo, me parece que no estamos tan lejos, me parece que no es tan grande su ausencia.

Nunca volví a ver a aquel anciano ni a oír otro de sus relatos, pero desde aquella noche “De un amor y de su ausencia” no falta en mi mesilla. Aquel libro y su contenido me salvó, por el yo recuperé a Paula y es ella quien cada noche escribe una parte de nuestra historia para que nunca me olvide que ella me salva cada día. Tiempo después me enteré que Samuel P. Estrada había fallecido solo en su casa, no lloré por él, me alegré, porque después de tanto tiempo de sufrir su ausencia él y su Miriam volverían a encontrarse.

Crepúsculo

Crepúsculo novela cuyo titulo original es “Twilight” fue publicada en octubre del 2005 cosechando un éxito increíble, sobre todo entre el público joven y adolescente. En noviembre de 2005 alcanzó el puesto número 5 en la lista de best sellers del New York Times. El libro ganó rápidamente reconocimiento y alcanzó numerosos honores, incluyendo: New York Times Editor´s Choice, Publichers Weekly “Mejor libro del año”, Amazon.com “Mejor libro de la década… hasta ahora”
Escrita por Stephenie Meyer es la primera parte de una serie de cuatro libros:

Crepúsculo, Luna Nueva, Eclipse, y Amanecer. Sol de medianoche es un proyecto aparte, sin finalizar, en el que la autora lleva trabajando desde hace tiempo. Según ella, es la misma historia que ya conocemos pero desde el punto de vista de Edward.

Stephenie Meyer ha declarado que la manzana en la portada representa el fruto prohibido del libro de Génesis. Simboliza el amor de Bella y Edward, que está prohibido. También representa la elección.


SIPNOSIS:

La protagonista de la historia es Bella Swan, una joven de diecisiete años que se muda con su padre a Forks (Washington) después de que su madre inicie una nueva vida con otro hombre.


En su nuevo colegio conoce a cinco jóvenes, los Cullen, que han sido adoptados por el doctor Carlisle Cullen. Uno de ellos, Edward, llama la atención de Bella. Su interés de acentúa cuando descubre que éste posee una gran fuerza y velocidad, ya que cuando se ella encuentra en peligro (muy a menudo, por cierto) él aparece como "por arte de magia" a rescatarla, motivo por el que Bella cree que es una especie de superhéroe. Pero todo cambia cuando conoce a Jacob Black, un joven de la tribu quileute que, entre mitos e historias, le cuenta que Edward y su familia son vampiros. Días después Edward le confirma a Bella que es un vampiro (de ahí su fuerza y velocidad; tambien puede leer pensamientos, menos los de Bella.)


Ella desea estar con él, ya que siente algo especial por él. Pero él no quiere estar cerca de Bella, ya que la quiere, y su verdadera identidad podría llegar a acabar con su vida. Ambos viven aventuras y enredos, entre ellos combatir contra el aquelarre de James, otro vampiro que desea la sangre de Bella.


Leí este libro hace un par de años por la gran difusión que estaba teniendo. La verdad es que lo comencé con ganas, podría decirse que es increíblemente adictivo, aunque casi al final se percibe cierto cambio en la forma de narración de la escritora. Supongo que esto es debido a que Stephanie Meyer había rescatado el manuscrito después de un tiempo de abandono.

Este es un libro que parece estar enfocado hacía un tipo de lector joven y entusiasta, apasionado de las novelas románticas de vampiros. Aunque en realidad no hay edad para disfrutar del relato pasional de un salvador guapo, joven, pálido y que esta chifladito por hincarte el diente. ¿Quién se resistiría?

En cuanto a las siguientes partes yo sólo me he leído el segundo “Luna Nueva”, me prestaron el libro y me lo leí, no con la avidez del primero porque, al menos para mí, este fue un poco decepcionante ya que casi no pasa nada.

Si he querido hablar de Crepúsculo es porque hace poco me he enterado de que para diciembre esta previsto el estreno de la primera adaptación al cine de esta novela. Aquí dejo el trailer de cine, por lo que se ve no tiene mala pinta. ¿Qué piensas tú?

lunes, 13 de octubre de 2008

Lo que el viento se llevó.

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ Margaret Mitchell

Margaret Mitchell empezó a fraguar esta historia entre 1922 y 1926, cuando trabajaba para el Journal de Atlanta, pero no sería hasta diez años mas tarde cuando la concluiría. Pronto se convirtió en un best seller y hoy en día es una de las novelas más populares de la historia de la literatura. En 1937 ganó el premio Pulitzer por este libro, reflejo de la sociedad georgiana durante la época de la guerra de Secesión.

Sería el director de cine, Victor Fleming, quien en 1939 la llevaría a la gran pantalla, convirtiéndose en una de las películas más largas y caras hasta el momento de su estreno.

En la actualidad todo un clásico del séptimo arte.


La bella Scarlett O´Hara es una jovencita acomodada del sur. Su existencia es apacible y segura, sin amenazas, sin sombras, siempre rodeada de fiestas, frivolidades y diversiones. Su única preocupación es conseguir el amor del esquivo Ashley Wilkes un hombre sencillo y soñador, el único galán del condado que no parece caer rendido a sus coquetos pies.



A pesar de que éste no termina de confesar la atracción que siente por ella, la caprichosa Scarlett no se rinde, ni siquiera cuando descubre que su amado Wilkes se ha comprometido con su prima Melanie Hamilton. Dispuesta a hacerle cambiar de opinión, la osada Scarlett le declara impetuosamente su amor, pero Ashley acobardado sólo puede renegar de esa locura y vacilante deja sumida en dudas a la joven Scarlett. La indignación crece en ella cuando atónita descubre que un jocoso hombre, Rhett Butler, les ha estado espiando. La sorpresa por la intromisión sólo dura un instante, el tiempo suficiente para dejar ver su lado menos cortés.


Es entonces cuando la encantadora e hipócrita Scarlett roba el corazón de Rhett, tan mujeriego, tan poco convencional, tan acostumbrado a mirar sólo por sus intereses. Sin embargo su atractivo no tiene interés para Scarlett que sigue tan enamorada de Ashley como siempre. Despechada por no poder tenerle, acepta casarse con el apocado Charles Hamilton, hermano de su mayor rival, la bondadosa Melanie.


Así comienza la novela. A partir de aquí estallará la guerra, y los valientes soldados sureños, que habían mostrado su entusiasmo por entrar en combate, verán la cara menos romántica de la contienda, enfrentados a la cruenta batalla.

La vida disipada de Scarlett pronto desaparecerá sin remedio. Convertida en sostén de su familia tendrá que luchar por su sustento y el porvenir de su plantación. Ambiciosa, desalmada, frívola como siempre, Scarlett, aún en medio de la tragedia, logra reponerse viéndose obligada a moverse en círculos antes vetados para una dama.


Entrelazada en esta historia de honor, dolor, pérdida, hay algo que destaca mas que ninguna otra cosa: el amor. El amor obsesivo de Scarlett por Ashley, el de Ashley por sus ideales, el amor inesperado del verdadero afecto de Melanie por Scarlett, el amor incansable de Rhett y el amor sobre todo de una mujer fuerte y valiente por una tierra, la tierra roja de Tara.



"Cuando una civilización se derrumba los que tienen valor e inteligencia se salvan, los que no… se los lleva el viento".


Quiero recomendar especialmente este libro. Antes de iniciar esta apasionante lectura yo sólo conocía las aventuras de Escarlata por la pelicula. De pequeña era toda una aficionada a ella al igual que todas mis hermanas, y cuando jugábamos hacía que me llamaran Ana Escarlata, supongo que ella era un poco como mi heroína.

De paso te recomiendo que vuelvas a ver Lo que el viento se llevó o si no la has visto que no tardes en hacerlo. El film es toda una joya del séptimo arte.


-Portada de la pelicula estrenada en 1939-


Algunas curiosidades de la cinta:


- Su rodaje, que duró 140 días, supuso cambios importantes en la técnica cinematográfica. Fue la película más cara y larga que se había rodado. La cinta tiene una duración de tres horas y media (211 min).


- Lo que el viento se llevó (Gone with the wind) llegó a rodarse con 5 directores distintos:

Reeves Eason, Sam Wood, William Cameron Menzies, George Cukor y Victor Fleming . Y esto sin contar las escenas rodadas con directores de segunda unidad, que fueron unas cuantas debido a los avatares del rodaje. De los tres directores, sólo Victor Fleming aparece en los títulos de crédito.


-Es la película más taquillera de la historia del cine, por encima de películas como Titanic, de James Cameron.


-Para el incendio en Atlanta se quemaron los decorados del clásico King Kong a modo de edificios ardiendo.


-En la escena de la quema de Atlanta, cuando Rhett y Scarlett huyen en un coche de caballos, Scarlett lleva la cara tapada porque esa actriz no era realmente Vivien Leigh. Llevaban tanto tiempo buscando a la actriz principal que decidieron empezar a rodar alguna escena sin ella.

-Siempre se rumoreó que los actores principales no se llevaban muy bien en el rodaje y que Gable comía cebolla antes de las escenas donde se besaban. No es así; ambos eran profesionales y se admiraban mutuamente. Gable tenía dentadura postiza y de vez en cuando comía cosas picantes, pero no lo hacía para fastidiar a Vivien.

-Clark Gable no quería aparecer llorando en la escena en que Melanie le consuela tras el aborto de Scarlett porque consideraba que era poco masculino. El director intentó por todos los medios de convencerle sin éxito, finalmente Olivia de Havilland (Melanie Hamilton) le convenció para rodar una toma con él llorando. Clark vio que las lágrimas estaban justificadas en esa escena y accedió a que se incluyera.

-Clark Gable gastó una broma a Hattie McDaniel (Mami) sustituyendo el té del vaso del que ella debía beber para celebrar el nacimiento de Boni por whisky.

-Selznick estaba convencido de que "Scarlett" necesitaba a una actriz que aún no fuera conocida, y así es como después de un interminable (dos años) y multitudinario casting (1.400 candidatas) contrató los servicios de Vivien Leigh para el que sería el papel de su carrera.

-Para el papel de Bonnie Blue Butler, la hija de Rhett y Scarlett, se planteó la posibilidad de que lo hiciera
Elizabeth Taylor.

-La famosa frase final de Rhett Butler "Frankly my dear, I don't give a damn" (Francamente, querida, me importa un bledo), apunto estuvo de no pasar la censura. David O. Selznick tuvo que pagar una suma de dinero a los censores para poder dejar la palabra damn en la frase.

Repito siempre es un buen momento para verla pero si no tines tiempo o no te apetece, no te preocupes, después de todo "Mañana será otro día".

jueves, 9 de octubre de 2008

De Antes

Está lloviendo. Los días de lluvia me dan dolor de cabeza, no sé porque. Me parece que el tiempo no va a mejorar, así que lo mejor es quedarse en casa y no pasar frío por gusto, ni mojarse para nada. Por eso si eres como yo tu plan será abordar el sofá envuelto en la manta esperanzera viendo la tele.


Sin embargo la tele ya no es como era. Ahora sólo hay programuchos de corazón y por el estilo que para nada me llaman la atención. Antes cuando era niña, la televisión (o a mí me lo parecía) era divertida, daban series juveniles, habían programas para niños y concursos, y para resumirlo todo parecía mas sano. Quizás lo era, tal vez ahora que somos adultos lo vemos todo contaminado o nos gusta quejarnos, es lo que conlleva perder la inocencia que brilla en los ojos de un niño. Los niños de ahora ya no salen a correr a la plaza, ni hacen rallyes con la bici cross por los descampados del barrio, a lo mejor porque ya no quedan descampados donde jugar a las aventuras. ¡Ay Dios, hablo como un abuelo!


¡Juventud, divino tesoro!, decía mi abuela. Los jóvenes no es que hayan cambiado demasiado de los de la generación de los 80, lo que ha cambiado han sido los tiempos, las nuevas tecnologías. Antes no teníamos ordenador (existía no soy de la prehistoria) pero no eran como los de ahora, así que veíamos la tele y repetíamos todo lo que veíamos en ella. La tele te succionaba como en aquella película de John Ritter “Permanezca en sintonía” y las horas volaban. Pensándolo ahora la tele (y aún lo es para muchos niños) es un poco hipnotizadora, te tragas lo que echan y si no pues a zapear, un término este recientemente moderno. Antes no, antes te tragabas lo que echaban porque no había tantos canales para elegir como ahora que hay cuatro mil. Pero para todo hay límites, incluso para ver la tele deberían haber límites, ya que la tele no es sólo un medio de ocio es (y es una realidad) una niñera para muchos niños a los que sus padres por razones laborales no pueden cuidar. La televisión puede ser peligrosa para los más pequeños ya que éstos se han convertido en público en horarios reservados de programación para adultos. Puede parecer un poco tonto pero nosotros, adultos responsables, debemos enseñar a los niños a ver la televisión, enseñarles que con la tele también se puede aprender.


Aquella tele:


Algo que recuerdo de mi niñez más cándida es Barrio Sésamo. Los colores, los números, aprendías estas cosas con los personajes que vivían es esta calle tan famosa. Algunos de ellos son: Epi y Blas, Espinete que era un erizo rosado, Don Pimpón el trotamundos, Chema el panadero o la rana Gustavo, el reportero más dicharachero del barrio. Me chiflaba la sintonía.


Estoy segura de que no soy la única que recuerda perfectamente algunas series míticas, como por ejemplo: Verano Azul, Pipi Calzaslargas, Heidi, La aveja Maya, El equipo A, MacGiver, Campeones, Chicho terremoto, La aldea del arce, Alf, Calímero, Salvados por la campana, Sensación de vivir, Friends, Cosas de casa, El príncipe de Bel Air y un largo etc. Porque si no, no paro de citar.

Las películas que mas me gustaban eran entre otras estas:

Dirty Dancing, de esta peli sobre todo me gustaba la canción, el baile final y Patrick Swayze.

Otra que puedo añadir a la lista es Grease, una que siempre veo cuando estoy aburrida. Flashdance (te habrás dado cuenta de que me gustan los musicales) y las películas de aventuras, todas las de Indiana Jones, la de E.T. ¡Y como no iba a estar Regreso al futuro!, Tras el corazón verde y La joya del Nilo, El secreto de la pirámide, Dentro del Laberinto, Pretty Woman o Los Bicivoladores.

Y hablando de Bicivolares, me encantaba montar en bici. Recuerdo que nunca jugué con muñecas ni peluches, a mí me gustaba inventar y sobre todo montar en bicicleta, (Ana bicicleta). Yo tenía una bici cross como la de esa peli, con las llantas amarillas, la de porrazos que me pegué haciendo circuitos por mi barrio.


¿Recuerdas los juguetes de entonces? Los Pin y Pon, los Gusiluz, Mi pequeño Pony, El blandi blub, el cubo de rubik, los chinitos de la suerte y las chupitas, y una cosa que era como un resorte que bajaba escaleras. También estaba el disco volador, la indiaca o los pelotas y pelota ventosa. ¿Te acuerdas de esas cosas?

Las meriendas ante la tele eran obligadas. Un bocadillo con nocilla de dos sabores, o con chorizo y tulipan y un vaso de leche con cola cao, y a jugar. Y algunas veces caía un bollicao, un huevo kinder o un paquete de rufles. Algunos de estos productos traían regalos en su interior lo que suponía que podías hacerte con una estupenda colección de pegatinas, cromos o figuritas.

A mi abuela le gustaba mucho ver la tele sobre todo algunos programas y telenovelas. Estaba enganchada a Cristal como toda España, y le gustaba 1, 2, 3 responda otra vez, la Ruleta de la fortuna y el Precio justo. Siempre que me pongo a recordar me la imagino viendo estos programas y llamándome a voces para que le encendiera la tele a ver si ya habían empezado. Quizás por esta razón, y porque ella ya no está, este tema me da mucha nostalgia. Nada es lo que era, tampoco nosotros mismos. Pero por suerte podemos recordar… que nadie nos quite eso.

martes, 7 de octubre de 2008


Dicen que el humor es una particularidad de la especie humana sumamente difícil de definir. A lo mejor porque cada persona tiene su manera individual de ver el humor, o porque no todo lo que a unos les puede parecer gracioso te lo resulte a ti, por ejemplo.


Pero si hay algo que es universal es la risa. La risa es, además, una de las pocas cosas que individualizan al ser humano y a algunas especies de homínidos respecto a otros animales. Es decir que sólo nosotros, los humanos, tenemos la capacidad de desternillarnos a carcajadas hasta que nos salten las lágrimas.


Y risas hay de todo tipo: risa nerviosa, risa falsa, la risita de compromiso, la explosión de risotadas e incluso a veces nos reímos para no llorar. ¡Ay que ver como somos!, ¿eh?


Somos tan especiales que hasta nos podemos morir de risa como le pasó a Crisipo, un filósofo griego que murió de risa después de darle de beber vino a su burro, y ver como el animal intentaba alimentarse con unos higos. Irónica que es la vida. O hablando de algún caso mas reciente como le pasó al otorrinolaringólogo danés Ole Bentzen que falleció en 1989 viendo la película “Un pez llamado Wanda”. Al menos murió feliz, triste consuelo. Pero tampoco tenemos que ponernos tan dramáticos con esto de la risa, porque esta demostrado que reírse es sano, que es positivo para la salud de las personas enfermas y que riendo pierdes hasta calorías. Así que es un ejercicio muy sano que tenemos que practicar más.


Así pues no perdamos tiempo y a practicar. Para que vayas empezando te muestro algunos ejemplos de humor universal:


Charlie Chaplin- Table Ballet.


El camarote de los hermanos.

lunes, 6 de octubre de 2008

La tostada del revés.

Hoy tengo uno de esos días asquerosos. Un día que desde el principio va enviando señales que tratas de omitir pero que no cesan de avisarte: lo que mal empieza mal acaba. Pero claro piensas que la cosa irá mejorando, que irremediablemente (no puede ser de otra manera) sólo puede ir a mejor, y de eso nada. Al final la idea de que la nube o nubarrón (según se vea) pasará se desvanece. Ya lo asegura la ley de Murphy: que la tostada siempre cae por el lado de la mantequilla. Y no es por ser negativa pero en esto tiene razón.


A veces parece que el mundo se confabula que diría un egocéntrico, pero es que sino sería demasiada mala suerte. No sé yo si creer en esta Ley de Murphy, ¿la lees? Es esta:

-Si algo puede salir mal, saldrá mal. -Todo lleva más tiempo del que usted piensa. -Si existe la posibilidad de que varias cosas vayan mal, la que cause más perjuicios será la única que vaya mal. -Si usted intuye que hay cuatro posibilidades de que una gestión vaya mal y las evita, al momento aparecerá espontáneamente una quinta posibilidad. -Cuando las cosas se dejan a su aire, suelen ir de mal en peor. -En cuanto se ponga a hacer algo, se dará cuenta de que hay otra cosa que debería haber hecho antes. -Cualquier solución entraña nuevos problemas. -Es inútil hacer algo a prueba de tontos, porque los tontos son muy ingeniosos. -La naturaleza siempre está de parte de la imperfección oculta. -La madre Naturaleza es una perezosa. -Es imposible enseñar algo a alguien que cree saberlo. -Cuando se intente demostrar que algo no funciona, funcionará. Esta ley es aplicable en viceversa. -No puedes ganar más de 3 veces seguidas. (a menos que trates de demostrarlo) -Si te despiertas de buen humor, siempre habrá algo que vuelva malo el día. -Cuando buscas algo, encontrarás todo lo perdido, menos lo buscado.

Era un poco pesimista este Murphy. Pues nada es el cosmos y tiene que ser así, ¿no? A lo mejor tenemos que tener días malos para distinguir los buenos y disfrutarlos mas. Pero para estos días malos hay un truco que no falla para subir la moral y es escuchar un poco de música variada.

Aqui esta mi selección:

-Sara Bareilles-Love Song.


Oasis- Stop crying you heart out


James Morrison- You give me something

Nick Lachey – Whats left of me

miércoles, 1 de octubre de 2008

Paul Leonard Newman nació el 26 de enero de 1925 en Shaker Heights, Ohio, Estados Unidos. En 1942 ingresó en el Kenyon College universitario y, al año siguiente, se alistó en la Marina. Tras servir para el ejército durante la Segunda Guerra Mundial, volvió a Kenyon, donde se graduó en Ciencias Económicas. Atraído por la interpretación, Paul se unió a una compañía de teatro de Illinois, la "Woodstock Player's", donde conocería a su primera esposa, Jacky Witte, y madre de sus hijos Scott, Susan y Stephanie, y de quien se divorció en 1958, tras nueve años de matrimonio.

Newman estudió interpretación en la prestigiosa
Universidad de Yale y en el mítico Actor's Studio de Lee Strasberg en Nueva York. En 1953 debutó en Broadway con la obra de William Inge Picnic, que permaneció catorce meses en cartel.

Su primera película "El cáliz de plata" (
1954) ha sido descrita por el propio Newman como "la peor película de la década". Su primer éxito llegó con “Marcado por el odio” (1956) en la que encarnó al actor Rocky Graziano. En 1958 estrenó varias películas importantes, entre ellas se encuentra “La gata sobre el tejado de zinc”, de Richard Brooks, adaptación de la espléndida obra teatral de Tennessee Williams que marcó toda una época. En este mismo año contraería matrimonio con su segunda esposa la actriz ganadora de un Oscar en 1957 Joanne Woodward. Casados hasta la muerte del actor formaron posiblemente una de las parejas más estables de Hollywood.

Paul grabó más de 60 películas, entre ellas "El golpe" (1973), junto a su gran amigo Robert Redford. Su última película fue "Camino a la perdición", filmada en 2002 y dirigida por Sam Mendes. En 2006 grabó la voz para la cinta animada "Cars". En 2007, a la edad de ochenta y dos años, decide retirarse del cine. Hasta ese momento Paul Newman fue nominado nueve veces al
Oscar de la Academia como actor. Su Oscar conseguido en 1986 por el film "El color del dinero”, de Martin Scorsese llegó un año después de que recibiese el Oscar honorífico por sus múltiples y memorables interpretaciones en pantalla.

Paul Newman también fue conocido por sus labores altruistas. Newman, quien era dueño de una compañía de alimentos,"(Newman's Own)" famosa marca de aliño para ensaladas, donó las ganancias de su negocio de alimentación a obras de caridad. En 1978 Newman representó a Estados Unidos ante la Conferencia de Naciones Unidas para el Desarme. En 1990 fue nombrado "Padre del año" por la UNICEF, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.

Entre sus aficiones destaca la del automovilismo. Paul era un amante de este deporte del cual participó profesionalmente durante muchos años. Su primera competición profesional se produjo en 1972, en Thompson,
Connecticut. También participó en las 24 horas de Le Mans de 1979, terminando segundo con un Porsche 935.

A principios de 2008 se le detectó un
cáncer de pulmón, por el que se sometió a tratamiento de quimioterapia, el cual no fue efectivo. Según los médicos le quedarían semanas de vida. Llegado a este punto tomó la decisión de pasar sus últimos días junto a su familia, hasta su fallecimiento, ocurrido el 26 de septiembre de 2008. Por su buen hacer interpretativo y sus hermosos ojos azules Paul Newman siempre será recordado como un grande del séptimo arte.

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