miércoles, 14 de enero de 2009

Momentos míticos del séptimo arte

Hay músicas y canciones que asociamos con las películas de toda la vida, con el Hollywood dorado, con esa magia que parece haber perdido esta gran industria del cine. En “Sombrero de Copa” de Fred Astaire y Ginger Rogers, ocurre esto gracias a su inolvidable canción Cheek to Cheek.


Seductora, caprichosa, cruel, manipuladora… apasionada. Escarlata O´Hara puede ser todo esto y al mismo tiempo ser la criatura más vulnerable y llorosa de toda Atlanta. Vivien Leigh, insuperable en su papel, hace creíble a la Escarlata luchadora que jura ante la adversidad que nunca jamás volverá a pasar hambre.


Una mujer seductora, una canción, un guante y un bofetón hicieron de “Gilda” un ícono de la historia del cine, convirtiendo a Rita Hayworth en la mujer fatal por excelencia.


Siempre nos quedará Paris, es lo que Bogart le dice a Bergman en la escena de la despedida. “Casablanca” es una de las grandes obras maestras del cine, por sus escenas, por sus interpretaciones y también por su maravilloso guión.


Francamente querida, me importa un bledo, le dice Rhett a Scarlett cuando la abandona, demostrándole con desprecio que ya no le importa lo que le pase. Esta cita fue votada como la frase cinematográfica más famosa de la historia de Hollywood por el AFI (American Film Institute), en el año 2005.


Clásico el intento de asesinato desde una avioneta fumigadora a Cary Grant en “Con la muerte en los talones” que al ser confundido por una organización de espionaje con un agente del gobierno huye de sus secuestradores antes de que le maten.


El beso adúltero que escandalizó a los mas puritanos por allá la década de los cincuenta en “De aquí a la eternidad”, pasará a la historia como uno de los mas apasionados del cine, olas y arena de por medio.


Una escena impactante esta la de “Psicosis”, la mas analizada e imitada del cine. Alfred Hitchcock tardó siete días en rodarla, y se utilizaron unas setenta posiciones de cámara diferentes para un total de cuarenta y cinco segundos de película. ¿Quieres ver el resultado?


Audrey Hepburn es Holly en “Desayuno con diamantes” una mujer moderna de Nueva York, que va de fiesta en fiesta hasta altas horas de la madrugada, buscando un hombre rico que la mantenga. Su mayor deseo es Tiffany's, la tienda de joyas de la 5ª Avenida. Mientras llega el hombre de su vida sueña despierta todas las mañanas ante el famoso escaparate tarareando eso de… moon river, tararara-rá…


“Con faldas y a lo loco”, divertida comedia de diálogos chispeantes y frase final con moraleja, dirigida por Billy Wilder, y protagonizada por una curvilínea Marilyn, y por un Lemmon y un Curtis que huyen de la mafia disfrazados de mujer. De esa facha conocen a la sexy e inocente Sugar Kane, ¿Cómo harán para conquistarla?


THE END

2 comentarios:

Raquel dijo...

Finales memorables. Mis favoritos, los de Lo que el viento se llevó y Con faldas y a lo loco.

:) muy buena entrada, anita.

Ana Bohemia dijo...

Gracias hermanita :)

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