viernes, 16 de diciembre de 2011



Se cuenta que en la Nochebuena alemana los ríos se convierten en vino, los animales hablan entre sí, de los árboles brotan los frutos, las montañas se abren y muestran las piedras preciosas que guardan en su interior y el tañido de las campanas se escucha hasta en el fondo del mar… aunque claro, esto sólo pueden apreciarlo los puros de corazón.

Alemania, un buen destino navideño
En Alemania las celebraciones navideñas comienzan el 6 de diciembre, con la fiesta de San Nicolás, el patrón de los niños. Pero antes de Navidad, los alemanes también fabrican su propia corona de adviento con ramas de pino verde y cuatro velas, que se irán encendiendo cada domingo hasta la noche del 24 de diciembre.
Durante ese tiempo, lo más destacado son los mercadillos de Adviento donde se pueden comer salchichas o dulces típicos acompañados del vino caliente que reconforta del frío. En ellos se puede comprar cualquier tipo de artesanía, figuras de madera, velas...


La historia de estos mercadillos de Adviento se remonta al siglo XV, cuando una gran cantidad de comerciantes viajaban a Dresde para presentar sus productos. De hecho, esta larga tradición se puede vivir aún hoy en el mercado de Streizel, que es famoso por su Backwerk (fruta de sartén).


-El Striezelmarkt de Dresde, mercado navideño, viene celebrándose periódicamente desde 1434. Es un evento multitudinario que se organiza todos los años en la plaza de Altmarkt-



El origen del Striezelmarkt se remonta a un privilegio otorgado por el príncipe elector de Sajonia Federico II en 1434. Originariamente se trataba de un mercado de carne que se celebraba el lunes antes de Navidad, pero con el paso de los años fue aumentando su duración. En la actualidad dura todo el periodo de Adviento. El nombre deriva del Stollen, un pastel navideño típico de Dresde, que en Mittelhochdeutsch, ancestro del alemán moderno, se llamaba Strutzel o Striezel. El momento cumbre del Striezelmarkt es la celebración del Stollenfest o fiesta del Stollen, implantada en 1994, para la que se hornea un Stollen gigante de casi cuatro toneladas de peso.
El Striezelmarkt está formado por unos 250 puestos. En mitad de la plaza se yergue una pirámide navideña, ornamento navideño muy típico en Alemania, que con 14 metros es la más grande del mundo. Junto a ella hay una picea de veinte metros de altura. En el extremo opuesto a la entrada principal hay un castillo de cuento de hadas hecho de madera, que a su vez sirve de calendario de Adviento. Cada día, durante una función de marionetas, se abre una puerta del mismo y los viernes se recibe la visita de "Santa Claus".
En el mercado se ofertan, entre otras muchas cosas, obras de artesanía, cómo por ejemplo tallas de madera. También se venden pirámides navideñas y Räuchermänner, unas figuras decorativas de madera huecas que tienen forma de hombre que sostiene una pipa y en cuyo interior se introducen velas aromáticas que al arder dan la sensación de que el hombrecillo fuma. Son también típicos unos cascanueces con forma de soldado vestido de rojo originarios del Erzgebirge, que se dice están inspirados en El Cascanueces de Tchaikovsky.
Además del Christstollen, se pueden adquirir Pflaumentoffel, dulces de ciruela pasa con forma de hombrecillo, y Pulsnitzer Pfefferkuchen, una variedad de pan de especias originaria de la localidad sajona de Pulsnitz. Asimismo, es tradicional beber Glühwein (vino caliente con canela y clavo) en tazas decoradas para la ocasión.


La tradición continúa a la vuelta del mercado, cuando hay que preparar la Nochebuena y la mamá se ocupa de decorar el árbol de Navidad porque los niños no pueden verlo hasta la cena. Y lo adorna con manzanas, dulces, nueves, galletas, ángeles, recuerdos familiares, luces y velas.
Después de la cena de Nochebuena, los niños abren sus regalos. Hay una campanilla colgada tras la puerta del salón y cuando ésta suena los niños salen corriendo a buscar, bajo el árbol, los regalos que sólo podrán abrir después de cantar al villancico austriaco “Noche de paz”. También es costumbre que cada miembro de la familia reciba un plato con dulces típicos.
Pero antes de que los niños reciban sus regalos, la noche del 5 de diciembre, Papá Noel y su ayudante Knecht Ruprecht visitan las casas para evaluar el comportamiento de los niños. A los que han sido buenos durante todo el año, Santa les regala dulces, nueces y manzanas, mientras Ruprecht se encarga de castigar a los que han sido malos.



-Para que los niños no vivan el Adviento como una eternidad, suelen utilizar un calendario de Adviento, que cada vez está más extendido en otros países como España. Y cada día se abre una ventanita hasta llegar al 24 de diciembre-

En algunas regiones es costumbre que los niños coloquen de noche, un zapato junto  a la chimenea para recibir sus regalos, pero en otras regiones, es el propio San Nicolás, vestido de blanco con una corona dorada, quien hace de mensajero y lleva las peticiones de los niños al Niño Jesús. 
En Schiltach, un pueblecito de la Selva Negra, tienen una costumbre muy peculiar y muy antigua. Después de la última misa del año, sus habitantes corren a casa a recoger una linterna vieja y un libro de notas escrito a mano. A las 8:15h suena la campana de la iglesia y comienza una cabalgata que no finaliza hasta que una pareja de recién casados toca de nuevo la campana.
La última noche del año los alemanes también honran a San Silvestre con una fiesta en la que no falta la bebida ni los castillos de fuegos artificiales. Además, es común que unos a otros se hagan predicciones de futuro y de buenos deseos. Y el nuevo año se recibe entre el estruendo de petardos y tracas de fuegos para ahuyentar a los malos espíritus.


¿Cuál es la comida típica de estas fiestas?
Popularmente, en Alemania se cree que aquél que no cene en Nochebuena será llevado por los demonios durante la noche, por eso se cocina una gran variedad de platos como salchichas blancas, ganso asado, pan relleno de frutas (Desde Atollen), barras de pan con especias (Lebkuchen) y rebanadas de pan con nueces, pasas, limón y fruta escarchada (Christollen).
La cena en sí suele ser ligera, por ejemplo en Baviera lo más común es cenar salchichas blancas con ensalada de patata. Mientras que en la comida de Navidad lo más apreciado es la carpa, especialmente al norte de Alemania. En cambio, al sur, es más popular comer ganso asado con repollo, manzanas rellenas de mermelada y albóndigas de patata. Lo que no puede faltar es el famoso y delicioso aguardiente de cereza: kirsch.
El vino caliente, el ponche y los dulces cómo la pasta dulce o el pan de Navidad tampoco pueden faltar.

El primer árbol de Navidad surgió en Alemania

Se cree que el primer árbol de Navidad decorado apareció en Alemania hacia el siglo XVII. En 1605, un árbol fue decorado para ambientar el frío de la Navidad. En 1800 la idea llegó a Finlandia, desde donde se extendió al resto de los países nórdicos. En 1829 la costumbre llegó a Inglaterra y, el príncipe Alberto, marido de la reina Victoria, ordenó adornar el castillo de Windsor con un árbol navideño en 1841. Y desde entonces la costumbre de adornar un abeto se extendió por todo el mundo.


Los Reyes Magos están en Alemania
Los restos de los Reyes Magos estuvieron durante 300 años en Constantinopla (actual Estambul en Turquía) y luego fueron trasladados a Milán hasta 1162, año en que el emperador Barbarroja saqueó la ciudad y entregó los restos de los Reyes Magos al arzobispo Reinaldo de Dassel, quien decidió que fueran trasladados a Colonia.
Así los despojos de los tres Reyes Magos descansan ahora en un cofre de oro y plata que pesa unos 350 kilos y se guarda en una capilla que hizo construir para ellos el emperador Carlomagno en Colonia.



¡Buen viaje… y felices fiestas!

Fuentes: Revista80dias.es/especialesnavidad/alemania. Wikipedia. Google imágenes. 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues me dan ganas de irme a Alemania para celebrar las fiestas. Debe ser bastante lindo, la verdad.
Y yo no conozco Alemania......=)
Abrazos.

Ana Bohemia dijo...

Hola Nicole, un abrazo grande por tu visita. Mis mejores deseos navideños. Sea donde sea que la celebres que la disfrutes, la mía tampoco será en Alemania pero cerraré los ojos y como si estuviese allí... por lo menos intentaré encontrar un Christollen.
Gracias por seguir por aquí.
Un abrazo
:D

Raquel dijo...

Un lugar que vive a fondo la navidad. Me ha gustado mucho la información, un poco extensa la verdad, pero muy bonita. Las fotos son preciosas también.
Un beso.

Ana Bohemia dijo...

Hola Raque, me gustan esos lugares que parecen existir y tener sólo sentido una vez al año, como los mercadillos navideños o los chiringuitos de playa. No me imagino este lugar en pleno mes de Agosto, con los espumillones y los cascanueces. Pero se ve bonito, con ambiente festivo.
Un besote
;)

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