lunes, 29 de abril de 2013

Mas adelante...


 
Bohemio Mundi ya ha repasado:

“Mujer y Publicidad”
“Mujer y Ciencia”
“Mujer y Religión”
“Mujer y Arte”
“Mujer y Literatura”
y
“Mujer y Violencia”

Y de momento así se queda la lista. Podría continuar hablando sobre este extenso tema bastante más, hay mucho de lo que hablar acerca de la Mujer ya que  han quedado cosas igualmente interesantes en el tintero. Cómo esto ya va tomando forma de tesis y no es plan, que lo poco gusta y lo mucho cansa, dejaremos este tema para más adelante… ¡muuuucho más adelante!
Con un ¡hasta el año que vine! (si la providencia o el de arriba quiere) le diremos adiós y tomaremos resuello para continuarlo como se merece.
Últimamente no dispongo de toda la facilidad del mundo para documentarme, indagar, buscar y preparar entradas tan intensas y profundas como estas. Pero espero, ¡queridos Bohemios!,  que esta serie de entradas os hay resultado interesantes y educativas, y que os hayáis acercado a la Mujer, a sus logros y a su lucha. Para mí ha sido un placer aprender buscando.

PD: Este mundo bohemio está atravesando un extraño periodo de transición… ni yo sé adonde va, ni cuando parará, ni si podrá parecerse al que fue. Que no es el mismo eso lo veis. La buena señal es que al menos sus colores siguen brillando, no se han desvaído del todo. Y pondré todo mi empeño en mantenerlo vivo a pesar de que los dos, él y yo, estamos luchando contra los elementos y la tecnología. Aún con todo en contra al bohemio todavía le queda vida. Con mucho o con poco ahí seguiremos aportando lo poquito que tenemos para seguir esparciendo nuestra delirante y sana bohemia con los que quieran acercarse a nuestro mundo.
Gracias por vuestro cariño y comentarios.
Ana.


Música: The Lumineers – Ho Hey.

martes, 23 de abril de 2013

Mujer y Violencia


"La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz."

Kofi Annan.


Antecedentes de la violencia:

 
Al principio, hace muchos siglos, el hombre patriarcal convirtió a la mujer en mero objeto de su propiedad, teniendo plena autoridad sobre ella, pudiendo decidir incluso sobre su vida. Todo esto cambió, varió, se modificó, hasta que este horrible derecho se abolió. Por supuesto la decisión no evitó que la violencia siguiese dándose en el seno del matrimonio (y fuera de él) «dirigida a controlar y someter a las mujeres mediante la agresión física o el asesinato».
El tiempo pasó, y los pequeños avances, derechos y progresos conseguidos por las mujeres se oscurecieron con la llegada del tétrico y violento Medievo. Durante ese periodo la mujer siguió siendo maltratada, sometida, explotada, pero además se convirtió en moneda de cambio para fraguar alianzas entre familias. Esto no hizo mas que ratificar, reforzar y arraigar aún mas profundamente la estructura de poder y dominancia sobre la mujer.
Y ellas pasaron a estar, todavía mas, a disposición del hombre, como esclavas sexuales, como trabajadoras domésticas y como esposas reproductoras y sin derechos de posesión ni de ningún tipo.
¿Y que pasó? Que desde las épocas más remotas hasta las más recientes y después de haber recorrido largos siglos por muchas cabezas esta idea ofensiva, dañina vil e injusta se ha instalado resistentemente en las mentes más irracionales y llegamos hasta este punto y todavía existen hombres que se creen realmente dueños de las mujeres. ¿Y por qué? Por el peso cultural machista, porque así se lo han inculcado, por intransigencia, por un instinto residual…

Raíz del maltrato:

-La discriminación de la mujer en la sociedad representó la primera forma de explotación existente, incluso antes que la esclavitud. Los hechos que ejemplifican las desigualdades y discriminaciones hacia la mujer son numerosos y antiquísimos. Algunos datan del año 400 A.C., cuando las leyes de Bizancio establecían que el marido era un Dios al que la mujer debía adorar. Ella ocupaba un lugar tan insignificante que ni siquiera podía recibir herencia o beneficio alguno.

-En la India, los testimonios más antiguos aseguran que si la mujer enviudaba era quemada viva junto al cadáver del esposo en una ceremonia llamaba Sati, acto este que quedaba incluido dentro de las obligaciones como esposa. Además la mujer infecunda era repudiada, al igual que la que gestaba sólo hijas; y en las comunidades de Irán y Etiopía, el nacimiento de una mujer era una deshonra, siendo, incluso, este vocablo sinónimo de bajeza, debilidad y desgracia.

-En las antiguas sociedades esclavistas el hombre ocupaba una posición de superioridad en la familia. En Grecia cuando la pareja era acusada de cometer un delito, la pena sólo se imponía a la mujer. En Roma el pater-familia tenía la autoridad sobre todas las personas con quienes convivía. Sobre la mujer específicamente tenía la manus como poder, por considerarla inferior, y podía venderla, castigarla o matarla según sus deseos. La mujer que se casara sine manus no tenía parentesco civil ni con el marido ni con los hijos, y la mujer nunca llegaba a tener la patria potestad sobre los hijos en la familia agnaticia romana.

-La situación legal de la mujer, según las normas islámicas, es sumamente discriminatoria. La mujer, a partir del casamiento, adquiere la condición de propiedad privada del marido. El Corán estipula como deber del hombre pegarle a la esposa rebelde, así como el encierro perpetuo de las infieles en la casa. El castigo corporal no está limitado, es legítima facultad masculina sobre su cónyuge, de modo que se exonera de responsabilidad penal al esposo cuya mujer falleciere como resultado de una paliza con fines “educativos”.

-En Europa, específicamente en Burdeos, Francia, en 1359 se estableció por costumbre que cuando un hombre mataba a su esposa en un exceso de cólera, siempre que se confesara arrepentido mediante juramento, no era castigado.

-En general, la mujer en la antigüedad estaba supeditada al marido y este podía llegar en el ejercicio de su dominio –incluso-, a castigarla corporalmente. Así de arbitrarias y desenfrenadas eran las normas arcaicas, en las que la violencia contra la mujer era tan común y usual como el matrimonio, y resultaba pues, un efecto de este último la supeditación total de las féminas respecto a los hombres, rasgos propios de la cultura patriarcal, que tiene raíces muy profundas.

-La Edad Media no trajo diferencias sustanciales: los nobles golpeaban a sus esposas con la misma regularidad que a sus sirvientes. Esta práctica llegó a ser controlada en Inglaterra, denominándose “Regla del Dedo Pulgar“, referida al derecho del esposo a golpear a su pareja con una vara no más gruesa que el dedo pulgar para someterla a su obediencia, tratando así de que los daños ocasionados no llevaran al fallecimiento de la víctima. También en esta época, en familias de “sangre azul”, la mujer podía ser utilizada como instrumento de paz a través de matrimonios entre Estados, decisión que se tomaba sin tener en cuenta la opinión de la posible desposada.

-De los siglos XIII al XIX no existieron diferencias relevantes en el trato a la mujer: un ejemplo que lo evidencia sucedió en la cuidad de Nueva York, en 1825, donde en un caso judicial consta la agresión recibida con un cuchillo y fractura de brazo de una mujer a manos de su esposo. El tribunal no concedió el divorcio por considerar honesta y razonable la actuación masculina, en tanto tenía el propósito de ayudar y enseñar a su esposa para que no cometiera más errores.

-No es hasta finales del siglo XIX, que se dicta en los Estados Unidos, en el Estado de Maryland, en 1882, la primera ley para castigar el maltrato conyugal. En la misma se imponían como pena cuarenta latigazos o un año de privación de libertad al victimario por los abusos cometidos, pero después de sancionado el primer caso, inexplicablemente cesó la comisión de este delito, o por lo menos su denuncia, siendo derogada esta ley en 1953.

-En Inglaterra en 1889, se logró abolir como norma el derecho del marido a castigar a su cónyuge, situación esta que desafortunadamente en la actualidad no opera, ya que una de cada siete esposas es violada por su pareja y más del 50% de las agresiones contra las mujeres son cometidas por hombres con las que estas mantienen o han mantenido una relación amorosa.

-Aún en el siglo XX se aprobaron leyes como el Decreto-Ley aprobado por Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes, Irán e Irak, firmado en 1990, donde se permite asesinar a las mujeres de la familia si incurren en adulterio o deshonra, para lo cual es posible apedrearlas hasta la muerte. Datos como estos son los que demuestran que en el curso de la vida de la humanidad ningunos derechos han sido pisoteados tanto como los de las mujeres.

La violencia contra las mujeres no es algo excepcional, se da en todas las sociedades del mundo sin distinción económica, de raza o cultura. Además puede producirse de diversas formas: maltrato psicológico, comercio sexual, ablación, infanticidio, abusos sexuales, acoso…siendo la violencia doméstica una de las más comunes.

Violencia de género:

 
Las noticias más recientes de la violencia de género informan que ésta causa más muertes e incapacidades entre las mujeres de 15 a 45 años que el cáncer, la malaria, los accidentes de tráfico e incluso que la guerra. La violencia domestica se agrava porque muchas mujeres no denuncian, quizá porque no es reconocida y se acepta como parte del orden establecido.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud en el año 2000 una de cada cinco mujeres en el mundo fue objeto de violencia en alguna etapa de su vida.

 
Las cifras son alarmantes. En las últimas dos décadas, la violencia ha tenido un incremento sustancial en diversas latitudes:
En España, en el primer trimestre de 2012 se registraron 30.895 denuncias. Lo que supone 339 denuncias diarias, datos preocupantes.
Francia tiene el 95% de las víctimas de violencia entre las mujeres y de ellas el 51% fueron agredidas por sus maridos.
Costa Rica tiene una de cada dos mujeres siendo víctima de agresión por parte de su pareja.
En Puerto Rico, el 50 % de las mujeres víctimas de homicidios o asesinatos mueren en manos de sus ex -esposos o esposos actuales.
En México el 61% de las amas de casa son golpeadas por su pareja.
En Argentina esto ocurre a una de cada cuatro mujeres.
En Chile a un 80 % de las mujeres.
En Ecuador a un 68% aproximadamente.
En Colombia una de cada tres mujeres es objeto de malos tratos emocionales o verbales por parte del hombre.
En Pakistán el 99% de las amas de casa y el 77% de las mujeres asalariadas son golpeadas por su pareja.
En Australia hay un 47% de feminicidios.
En Canadá, el 62% de las mujeres asesinadas, fue víctima de violencia por parte de su pareja.

 
Violaciones:

 
Las guerras en Bosnia y Ruanda pusieron de manifiesto la realidad de las violaciones sistemáticas en tiempos de guerra.
Las mujeres se convierten en objetivo para castigar a la comunidad enemiga.
En la guerra de la antigua Yugoslavia, la comisión Warburton calculó el número de víctimas en 20.000, mientras algunas ONGs elevaban esta cifra a 50.000 (sin tener en cuenta las que no denunciaron o murieron asesinadas).
Sudáfrica, es uno de los países en los que el problema de la violación es más que preocupante: el 25%  de las mujeres ha sufrido una violación y al año se producen 1.500.000 violaciones.
En general, es en el ámbito familiar donde se produce el mayor porcentaje de violaciones, probablemente más del 70%.

Explotación sexual:

 
Según fuentes de la UNODC, durante la década 1990-2000, el tráfico de personas con destino en la prostitución se cobró 33 millones de víctimas, tres veces más que el tráfico de esclavos africanos durante cuatrocientos años, calculado en 11.500.000 personas.
Los proxenetas se enriquecen manteniendo a las víctimas en condiciones infrahumanas, atemorizadas y amenazadas, obligadas a ejercer la prostitución en condiciones de explotación.

La ablación del clítoris:
 

La mutilación genital femenina, es una forma de violencia contra la mujer. Aunque se localiza sobre todo en la zona centro-africana, esta práctica no se limita al continente africano, pues se sabe que esta práctica también ocurre en varios países de Asia, Europa, Australia e incluso América. Se calcula que anualmente se le practica a dos millones de mujeres. La ablación reduce a las mujeres a «una mera función reproductora» anulando su sexualidad.


Infanticidio:
 
 
El infanticidio femenino es habitual en determinadas culturas. «En la India la proporción entre hombres y mujeres es la más desigual del mundo». En Pakistán y Bangladesh existen parecidos desequilibrios y en regiones de China el infanticidio femenino está generalizado. Una percepción de la mujer devaluada, costumbres discriminatorias, considerar la educación de las niñas como una carga y los deseos del padre de perpetuar el apellido mediante un varón serían las causas de estos infanticidios. «En algunas zonas de Pakistán –y también en el vecino Afganistán- el nacimiento de una niña va acompañado de ritos de duelo». En China, la imposición del «hijo único» en 1978, en un país con una marcada y ancestral preferencia por la descendencia masculina, multiplicó este tipo de infanticidios. En la actualidad, la posibilidad de detectar el sexo durante el embarazo ha venido a agravar el problema con abortos selectivos.


 
Fuentes:
Páez Cuba, L.D.: Génesis y evolución histórica de la violencia de género, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, febrero 2011, www.eumed.net/rev/cccss/11/
un.org/spanish/conferences/Beijing/fs4.htm
es.wikipedia.org/wiki/Violencia_contra_la_mujer
google imágenes.

viernes, 5 de abril de 2013

Mujer y Literatura

En el mundo de la literatura la mujer no ha tenido la misma visibilidad que el hombre… durante siglos fueron ellos quienes mantuvieron la hegemonía literaria.  Incluso, hoy, en pleno siglo XXI hay quienes creen que un nombre femenino vende menos que uno masculino. Sin ir mas lejos tenemos a la autora de Harry Potter quien firmó el primer tomo de su famoso libro como Joanne Rowling, pero sus editores, temiendo que el libro no llamara la atención de los niños por llevar el nombre de una mujer, le sugirieron que firmara como J. K. Rowling. Y si esta situación aún persiste, antes del siglo XX las mujeres tenían la mínima (si no es nula) oportunidad de dedicarse a la literatura dados los prejuicios sobre su inteligencia, talento y condición social, por lo cual muchas se aventuraron a publicar sus obras con un seudónimo masculino: Currer, Ellis y Acton (las hermanas Brönte), George Sand (Aurore Duphin), George Eliot (Mary Ann Evans), Vernon Lee (Violet Page) e Isak Dinesen (Karen Blixen). Esto, sin contar a las que no publicaron con sus nombres reales y quedaron en la penumbra.
El reconocimiento oficial y académico llegó tarde, y aunque hoy en día hay una importante lista de mujeres literarias, éste ha sido un camino arduo.
Ahondando en la desigualdad entre hombres y mujeres, y bajo la etiqueta de “literatura femenina” (término elegido para designar a todas aquellas obras escritas por una mujer) muchas autoras fueron valoradas con diferentes criterios por académicos, críticos y escritores, como si su visión, su concepción del mundo y su obra tuvieran que medirse bajo un patrón distinto.

Aquí te dejo con algunas autoras:

Safo de Lesbos (finales del siglo VII A.C.): representante de la poesía lírica griega, se le ha llegado a llamar la décima musa. Escribió nueve libros de Odas de los que sólo se conservan fragmentos.

Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695): la poesía predomina en la mayor parte de su obra. Algunos de los títulos más destacados son: Los empeños de una casa, Sonetos, Poesías escogidas y Respuesta a Sor Filotea de la Cruz.


Jane Austen (1775-1817): contó desde un principio con una acogida excelente para sus novelas. En sus relatos predominan la observación incisiva y los detalles meticulosos en una trama que consigue dar fuerza a acontecimientos en apariencia triviales y cotidianos.

Mary Shelley (1797-1851): autora de Frankestein y The last man, dos novelas icónicas de la ciencia ficción. También tiene una vasta colección de cuentos góticos y fue editora de la obra poética de su marido, Percy Bysshe Shelley.

Charlotte, Emily y Anne Brönte: autoras de novelas inglesas clásicas como Cumbres Borrascosas (Emily), Jane Eyre (Charlotte) y Agnes Grey (Anne). Además, la poesía de Emily es considerada como una de las mejores del siglo XIX.

Virginia Wolf (1882-1941): autora decisiva para muchos escritores de la segunda mitad del siglo XX, Las olas¸ Al faro y Mrs. Dalloway son sus obras más aclamadas. Un cuarto con una habitación propia es una serie de ensayos que describe la condición histórica de las escritoras.

Gabriela Mistral (1889-1957): ganadora del premio Nobel de Literatura de 1945, su obra poética destaca con títulos como Desolación, Tala y Lagar.

Agatha Christie (1891-1976): es una las escritoras emblemáticas de la novela policiaca y  gran parte de sus relatos han sido llevados al cine y la televisión. Asesinato en el Orient Express es probablemente su obra más famosa.

Sylvia Plath (1932-1963): su personalidad atormentada fue un elemento esencial para el desarrollo de su prosa poética. Los poemarios Ariel y El coloso le ameritaron el reconocimiento de los críticos.

Mas autoras:









Fuentes:
suite101.net/article/mujeres-en-la-literatura-a2208#axzz2NvaDk4Bx
wikipedia
google imágenes
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