domingo, 31 de octubre de 2010

CARGAR CON EL MUERTO

Que expresión tan apropiada teniendo en cuenta los días que se acercan… bueno y el día en el que estamos. Si te has asomado por este bohemio mundo te habrás percatado de que este mes lo he dedicado al miedo y al terror. Hoy, como colofón a Halloween he decidido buscar algo sobre esta expresión, pero ¿por qué tenemos que cargar con el muerto de nadie? En fin, como no pierdo nada por buscarlo he indagado…

Expresión: “Cargar con el muerto”


Según las leyes medievales, cuando en la jurisdicción de una localidad era hallado el cuerpo de alguna persona muerta en circunstancias extrañas, si no era posible determinar la identidad del homicida, el pueblo donde había sido encontrado el cuerpo estaba obligado a pagar una multa llamada homicidium u omecillo. A causa de esto, y con el fin de eludir el pago de la multa, cuando se hallaba un muerto en las calles, los habitantes del pueblo en cuestión se apresuraban y, de común acuerdo, levantaban el cuerpo y lo trasladaban a alguna localidad vecina, de manera que la responsabilidad del crimen recayera sobre ésta y, en consecuencia, fuera ella la que debiera hacerse responsable de pagar la multa correspondiente. De donde probablemente naciera aquello de 'quitarse el muerto de encima'.Con el tiempo, el dicho comenzó a aplicarse -en sentido figurado- como equivalente de la pretensión de descargar sobre otro la culpa por algún delito o falta cometida. En la actualidad, el dicho cargar con el muerto conserva el mismo valor, aunque suele aplicárselo, preferentemente, para referir a la responsabilidad que le cabe a alguien en el pago de alguna deuda, sobre todo cuando se trata de cuentas impagas o difíciles de saldar, como cuando solemos decir –después de una reunión de numerosos comensales-: "Y ahora... ¿quién levanta este muerto?

Ilustración: Line Hoven.


¡Que pases un terrorífico Halloween!

viernes, 29 de octubre de 2010

De brujas pirujas y otras corujas


Rodeadas de leyendas increíbles y de múltiples historias, siempre se ha hablado de las brujas. De sus verrugas horribles, de sus míticos sombreros de pico, de las escobas voladoras con las que surcaban los nocturnos cielos, de sus risas histéricas que trastornaban a quienes las escuchaban, también de esos gatos negros que las rondan, incluso del propio poder de convertir o convertirse en ese gato negro como el carbón... y hasta de los oscuros pactos con el Diablo. Amigas de la luna y de la noche, se las asocia muy a menudo con maldad y con oscuridad. Nunca se las ha entendido y siempre se las ha temido, conocedoras de las propiedades ocultas de las plantas eran ellas quienes conocían el regalo de la naturaleza, así que se aprovechaban de el: pues aprendieron, primero a elegir, de entre los que la naturaleza les ofrecía, los alimentos aptos de los que no lo eran. Más tarde, aprenderían que eran capaces de "dominar" este proceso de algún modo, y hacían crecer alimentos por sí mismas. Esto requería una mayor observación de la tierra, de los fenómenos naturales, del clima, las estaciones... un mayor contacto con su entorno. Así es que, en muchas sociedades antiguas, ha habido cierto temor a la mujer, sobre todo por la incomprensión de algunas de sus capacidades. La mujer engendra vida (por supuesto, tarea imposible sin un hombre) y este mecanismo por el que un bebé nacía del cuerpo de la mujer resultó incomprensible mucho tiempo... y ya se sabe que lo desconocido suele ser amigo del miedo.
Las supuestas brujas fueron perseguidas durante largo tiempo, muchas veces por miedo, otras siendo utilizadas como cabezas de turco, y en algunos momentos de crisis acusar al vecino de brujería llegó a ser una forma rápida y eficaz de librarse de él.


Hoy no voy a ponerme seria, por eso de cara a la noche de brujas por excelencia voy a repasar a algunas de las mejores brujas del cine y la televisión, buenas o malas, brujas que tienen un hueco en mi ranking…


Bruja mala del Oeste: La bruja más mala del mágico mundo de Oz se llama 'Elphaba Thropp', es muy hábil con la escoba, tanto que puede escribir cosas en el cielo con los pelos de su humeante escoba, cosas como “Rindete Dorothy”. La escoba no es su único medio de trasporte, de vez en cuando también puede aparecerse o desaparecerse con un resplandor de fuego y humo. Es de naturaleza vengativa, además posee un terrorífico ejército de monos voladores. Su piel es muy verde, además esta llena de verrugas. Siempre viste de negro y no es demasiado amiga del agua…
La actriz que encarnó a esta clásica bruja del cine fantástico se llamaba Margaret Hamilton. Durante el rodaje de la película sufrió varios percances. Uno de ellos fue a causa del fuego ya que sufrió algunas quemaduras a causa de los efectos del humo naranja y la explosión (cuando se retira de munchkinland) antes de salir por la trampilla del suelo. Debido a esto tuvo que pasar 6 semanas en el hospital recuperándose.
El otro percance se debió al maquillaje verde que se usó. Al parecer este maquillaje estuvo a punto de envenenarla gravemente, debido a que éste estaba hecho de cobre y en una escena entró en contacto con el fuego. La piel le habría absorbido el cobre de no ser por la ayuda inmediata de uno de los colaboradores que la desmaquilló. Cuando volvió al trabajo, rechazó completamente el volver a utilizar fuego. Con el paso de los años, ella siempre recordó este suceso como una anécdota más y de forma alegre.


Maléfica: Maléfica es seria, gótica, terrorífica y carente de cualquier comicidad, y a menudo es considerada uno de los personajes más malvados de Disney. Es responsable de hacer caer toda desgracia sobre el reino del Rey Estéfano, el padre de Aurora, nuestra bella durmiente. Maléfica posee una gama de poderes y artefactos mágicos, los cuales le permiten, por ejemplo, infligir a Aurora un hechizo mortal (debilitado con un contrahechizo de sueño hecho por la hada buena Primavera), usar la bola de cristal de su cetro para mostrarle al Príncipe Felipe las imágenes de su desolador futuro, o crear una selva de espinas cuando el príncipe se escapa del castillo. Otros poderes conocidos le permiten invocar rayos, enviar nevadas, teletransportarse o cambiar de forma a la de un gigantesco dragón negro y morado. De vez en cuando Maléfica aparece envuelta por llamas verdes. Sus secuaces son un cuervo al que llama Fiel Amigo y un ejército de ineptos monstruos, ejecutores de la mayoría de sus órdenes.


La bruja novata: 1940, en plena segunda guerra mundial. La estricta y severa Eglantine Price tiene que hacerse cargo, muy a su pesar, de tres niños que han sido evacuados al pequeño pueblo costero donde ella vive; Charlie, Carrie y Paul Rawlings. La señorita Price vive sola en una enorme casa de campo en las afueras de la aldea y los niños pronto descubren que guarda un secreto: la señorita Price es una bruja novata. Los niños prometen no desvelar el secreto si ella les da algo a cambio; los niños aceptan como regalo un boliche que es la clave del 'conjuro para viajar,' que permite a las personas viajar a cualquier parte del mundo a bordo de una antigua cama. El correo trae para la señorita Price malas noticias; la academia de brujería dirigida por el señor Emilius Browne ha cerrado a causa de la guerra y la señorita no recibirá el último conjuro, con el cual ella contaba para ayudar a acabar con la guerra. Entonces le pide a Paul, quien es el encargado del mágico boliche, que le devuelva el preciado objeto para poder viajar a Londres y obtener el conjuro de la locomoción substitutiva. No logran éxito en Londres, pero sí la amistad del profesor. Todos juntos, abordo de la cama, emprenden una mágica aventura en busca del famoso conjuro, desde Portobello Road en Londres hasta una isla de ficción, la Isla de Naboombu, donde atienden un particular juego de fútbol cuyos jugadores son animales. Una vez obtenido el conjuro, el grupo deberá luchar y derrotar a los soldados nazis para lograr una victoria para Inglaterra y contribuir a la conclusión de la horrible guerra.
Otro clásico infantil de esos indispensables.


Sabrina: Sabrina era una bruja adolescente, con todos los típicos problemas de adolescentes, eso si sumándole los que le acarreaban ser bruja.
Sabrina Spellman es una estudiante de quince años que vive en una casa de aspecto victoriano con sus dos tías Hilda y Zelda Spellman, y un gato llamado Salem Saberhagen.
Sabrina lleva una vida normal y corriente: va al instituto, le gusta ir a la pizzería Slicery con sus amigos y hacer lo normal de cualquier chica de su edad. Pero todo cambia radicalmente cuando llega su dieciséis cumpleaños (¡que cumpleaños tan terrorífico el de los 16!, si no que se lo digan a la bella durmiente) y sus tías le revelan el gran secreto de la familia: son brujas, y ella también lo es. Desde ese momento Sabrina va descubriendo sus poderes, que su gato negro habla como una persona e incluso que ese normal armario donde guardaban las toallas es en realidad un portal para ir a “la otra esfera” una dimensión en la que viven brujos y brujas y que les ofrece la posibilidad de poder ir a Marte o a la Luna, entre otras muchas cosas. Pero no todo es tan fácil, para poder utilizar bien sus poderes debe licenciarse como bruja y no entrometer su magia en la vida de los mortales.



-Otras brujas embrujadas o hechizadas: Samantha Stephens, una feliz ama de casa que con su ingenio y poderes mágicos saca de apuros a su marido Darrin, a parte de aguantar a Endora, su pesada madre. Al lado Isabel Bigelow, la otra Samantha, papel interpretado por Nicole Kidman en una especie de remake que se hizo en el año 2005-



Embrujadas: ¿Cómo sería la vida si se tuviera el poder de la telequinesis (mover cosas o personas con la mente), o el de la proyección astral, o poder congelar el tiempo? ¿Cómo sería poder levitar, o tener premoniciones, o poder sanar con las manos? ¡Un chollazo!, ¿no? Pues esto es lo que les ocurre a estas tres brujas y su poder de tres. Desgraciadamente cada bruja sólo puede poseer uno de esos poderes… ¿tú cual elegirías? Difícil, ¿verdad? La vida de las tres hermanas Halliwell —Prue, Piper y Phoebe— cambia radicalmente tras la muerte de su abuela Penny, es entonces cuando descubren “El Libro de las Sombras” y su poder se desata. Es así como descubren que son unas poderosas brujas cuyo gran propósito es combatir el mal y proteger a los inocentes. Después de que el demonio Shax matara a Prue, conocen a Paige Matthews, su media hermana. De esta manera el poder de tres no se romperá.
Las brujas más famosas de la tele de los últimos años son las hermanas Halliwell. Cada capitulo era diferente al anterior, aunque habían denominadores comunes: hechizos en rima, demonios feísimos, patadas a mansalva y alguna que otra puerta volatilizada, por no hablar de los destrozos que siempre se hacía de su salón, el lugar favorito de los monstruitos de San Francisco.



Willow: A Willow Rosenberg le cambia la vida cuando la Buffy “cazadora” llega a Sunnydale. Tímida y estudiosa al principio, dentro de si posee una inmensa fuerza, fuerza que se desatará cuando recurra a una magia negra más poderosa de lo que piensa, un poder que le será muy difícil controlar.
Eternamente enamorada en secreto de Sander, Willow irá descubriéndose a sí misma. En su tortuoso camino para ayudar a su amiga en su cruzada contra el mal y contra cualquier vampiro que se precie, la tímida chica comenzará a experimentar con la magia. Así es como la inocente Willow se convierte en bruja.
Después de un frustrado romance con Oz , el músico y hombre-lobo, Willow descubrirá en la universidad a un personaje fundamental en su vida: la joven Tara, con la que iniciará una relación romántica, primero de espaldas a sus amigos y más adelante de forma abierta, llegando a definirse como homosexual. Un giro muy osado en aquella época en la que escaseaban los personajes con tendencia gay.


Hermione Granger: Hermione Jean Granger es uno de los personajes principales de la serie de libros de Harry Potter creados por la autora británica J.K. Rowling.
Hermione es la chica más inteligente de su curso en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Es de origen muggle, sus padres son dentistas y no tienen ninguna relación con el mundo de los magos. Le encanta leer, no le gusta romper las reglas y no es especialmente entusiasta del quidditch. Tiende a creer que todo aquello que merece la pena saber se puede aprender en un libro, despreciando por tanto, asignaturas como adivinación.
Hermione Granger destaca por su increíble inteligencia y carácter perfeccionista. Además de ser la primera de su curso y haber estado a punto de entrar en Ravenclaw, Hermione demuestra su inteligencia en muchas otras ocasiones a lo largo de la saga. “En Harry Potter y la piedra filosofal”, descubriendo el enigma de Snape utilizando la fría lógica, en “La Cámara Secreta”, adivinando que la criatura que se escondía entre las tuberías era un basilisco, en “El Prisionero de Azkaban”, averiguando que Lupin era un hombre lobo, en “El Cáliz de Fuego”, ayudando a Harry con las pruebas, en “La Orden del Fénix”, descubriendo el significado de la campana en el Departamento de Misterios ("Es el Tiempo..."), además de ayudar a Harry con los Mortífagos; en “El Misterio del Príncipe”, averiguando a quien pertenecía el libro; y ya en “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte” Hermione ofrece a Harry su ayuda y compañía a lo largo de la aventura. Además, Hermione es una persona justa y noble a quien le preocupan los problemas de los demás, desviviéndose por aquellos que son más débiles o que están desprotegidos: Neville, Hagrid, los elfos domesticos, etc.
Sin duda una de las brujas mas famosas del cine de los últimos años.



-Otras brujas del cine: “Prácticamente Magia” una comedia entretenida para pasar el rato. (Me encanta el pelo de Kidman en esta peli). “El retorno de las brujas” una de esas pelis que me gustaban de mi infancia, sobre todo la parte en la que las tres hermanas Sanderson se ponen a cantar hechizando a los que bailan. “Jóvenes y brujas”, que mal rollito que daban algunas de ellas, ¿no?-




Y como dicen estas brujas, bye, bye, byee

Fuentes: Embrujando.iespana.es/brujas. Wikipedia. Filmaffinity. Google imágenes.

miércoles, 27 de octubre de 2010

De la noche eterna

(…) El año si fue el mismo, 1526, y el escenario, los altos Cárpatos, el curso del Danubio y el huir de una guerra. Pero en realidad no huía de ella, huía de ellos…
(…)Como iba diciendo huía de ellos, de mis propios vecinos. Yo me había vendido a los turcos como espía y jugaba a dos bandas. Se ganaba dinero con ello, un cierto respeto e inmunidad. Yo era de todos y de ninguno. En realidad yo sólo atendía a una sola persona… a mí. Cuando todo se descubrió y mi nombre saltó a la palestra por traidor, todos los de mi bando y hasta del contrario se reunieron para poner precio a mi cabeza. Estaba atrapado en aquel invierno, sin un lugar a donde ir, señalado y muy solo. Vagaba como un mendigo entre la nieve, cuando alguien me reconoció. Estaba tan hambriento, tan cansado, que el agotamiento me tenía nublado, por eso no tuve los reflejos muy despiertos y por eso sufrí en carne las consecuencias. Admitía mi culpa porque era mía, pero no me arrepentía, lo único que lamentaba era no haber partido lejos y salir de aquel infesto lugar. Las guerras nunca me gustaron.

Sufrí en mis carnes las peores humillaciones. Me llevaron al lago, helado a causa del invierno. Ni siquiera sé si eso era un lago, lo único que recuerdo es que estaba congelado. Me desnudaron, me marcaron la piel a latigazos, me fustigaron con todo cuanto cayó en sus manos. Algunas mujeres me arrancaron el pelo a tirones y muchos de los niños que iban con esas mujeres me escupieron. Cuando sentí la primera piedra en mi espalda creí que esa era la losa de la culpa, pero fue mucho más que eso. Las pedradas fueron casi mortales, pero no del todo. Herido, magullado, vejado y muerto de frío me ataron los pies a las riendas de un caballo desbocado, con fama de salvaje e indomable. La ruindad me desolló la piel de la espalda y cuando creía, con cierta inocencia por mi parte, que mi martirio ya había acabado, oí acercarse los pasos de varios caballos que me habían perseguido por el bosque. Y en mi retina vi despuntar el filo siniestro de un hacha y cerré los ojos. Esperaba el tajo final, limpio y rápido supuse, pero no fue así. No me cortaron la cabeza, si no que echaron en las heridas de mi espalda kilos de sal. Mi cuerpo era carne viva.
Me aferré a mi dolor para no pensar que esos hombres seguían ahí, festejando y riendo, y tramando nuevos tormentos a mi costa. Durante una noche entera estuve expuesto a los animales. Ratas y cucarachas campaban sobre mis heridas, mordisqueándome, infectándome hasta los pensamientos. El amanecer no trajo nada bueno, por eso no lo extraño…

Recuerdo a un hombre de voz ufana, de dientes podridos, aliento podrido, corazón podrido y alma podrida. Su hedor no sólo era físico. Le conocía de vista, un día lejano en el tiempo, cuando tuve que salir precipitadamente por la ventana del dormitorio de su choza. Debo reconocer que su mujer me gustaba mucho. Ese día él oyó ruidos y me pilló encaramado en el alféizar, supongo que una cara como la mía no se olvida así como así. Mientras me perdía en la negrura de la noche, abotonándome la camisa y con los gritos suplicantes de su mujer de fondo, rebotando en mis oídos, pensaba que era un delito que un tipo tan feo tuviera semejante esposa. Era un dulce suave, una mujer hermosa.

Ese amanecer de hace cuatrocientos setenta y seis años fue el último que vi. Aquel hombre feo me hizo pagar con creces la insolencia de aquel día.
-Sabía que mirabas mucho a mi mujer y tenía que poner un remedio… dijo acariciando el filo de una navaja.
Leí el deleite en su mirada, gozaba. Como yo no podía tenerme en pie, dos hombres altos y muy fuertes me tenían sujeto por las axilas y hasta eso me dolía. Eran soldados turcos. Recuerdo que había una gran hoguera, como esta de hoy. Una inmensa hoguera. Aquel hombre feo no sé que manejos se traía ni que pretendía. ¿O si?, ¡si lo sabía! Allí apareció un hierro incandescente e impotente observé que se acercaba a mí peligrosamente, bamboleándose temerariamente, haciendo surcos en el aire. No había que ser muy listo para averiguar lo que iba a pasar. Me va a dejar ciego, pensé, y busqué un recuerdo bonito que llevarme a esa constante oscuridad, pero más me valía la muerte y más me valía desearla. Nadie sabe lo que es, lo que fue, lo que significó…

Cansado de respirar, de seguir respirando en esa noche eterna, y de las risas complacidas y del dolor, sentí un pinchazo en mi vientre, no fue un gran dolor, sólo un picor extraño. Me llevé las manos al estomago y sentí algo que había manchado mis manos, era sangre, mi sangre. No podía verla pero aprendí a olerla.
Aquel hombre feo se jactaba de haberme acuchillado y amenazaba con cortarme los dedos de las manos, o las manos, o las orejas, porque era un sádico loco apoyado por todo un ejército que estaba en mi contra. Yo era su enemigo y ellos me dispensaban el castigo que creían justo. El hombre feo era casi la voz cantante, porque según decía, estaba en su justo derecho.
A un hombre ya no se le podía hacer más y a mí se me escapaba la vida por todos los poros de la piel. Pero quedaba una última vileza…
Rompieron la capa de hielo con un machete y sin ningún miramiento lanzaron mi cuerpo contra las gélidas aguas. Sumergido en aquella semioscuridad que había debajo del agua, percibí un halo de luz, y fue como si se formara una neblina extraña ante mí y algo me impulsó a mover las piernas y los brazos con las últimas fuerzas que residían en mí. Debía nadar hacía aquel punto. Estaba ciego pero podía ver un borrón ante mis ojos. No sabía si era por los nervios, por lo reciente que estaba todo, pero yo podía adivinar un borrón desvaneciéndose en esa agua plateada y gris. Y en esa atmosfera logré salir a flote y alcanzar la orilla helada. La nieve crujía bajo mis dedos y yo la estrujaba para lograr aferrarme a la vida. Lo último que deseaba era morir ahogado, no me importaba que fuera desollado, rebanado o acuchillado, pero nunca bajo el agua. Desde entonces el agua me aterra. Y exhausto me dije, me lo repetí: voy a vivir, sobreviviré, voy a hacerlo.
Estaba seguro de aquellos soldados y aquellos justicieros ya se habían marchado, con seguridad habrían dado por cierto que yo había caído hasta el fondo como una piedra y que eso sumado con las diversas heridas que llevaba encima habían acelerado mí anunciada muerte. Podía haber sido así de seguro, ¡si!, seguro que si no hubiera hecho el pacto, hubiera sido así.

Estaba en aquella orilla que quemaba mis manos pero ya ni el dolor podía afectarme, y entonces, de pronto, escuché con total nitidez las campanas de una iglesia, pero no era una iglesia también era un antiguo y sagrado monasterio. Sus dueños eran monjes benedictinos y yo poseía entonces un gran fervor religioso hacía esa orden y hacía san Benito de Nursia del que muchas veces había oído hablar. Era extraño que esos monjes se hubieran refugiado en esas montañas… Para estar mas cerca de Dios hijo, mas cerca de él…
Las campanas retumbaron con un vibrante y compasado sonido y despertaron en mí la esperanza en el desasosiego. Adiviné casi intuitivamente la presencia de uno de ellos, por la vereda helada que bordeaba el lago. Incluso creo que en mi cabeza vi la imagen de su rostro. Le llamé a gritos, jadeando ayuda, levantando los brazos sobre la nieve manchada de sangre, resbalando en el agua. Pero cu compasión cristiana y católica brilló por su ausencia. En cuanto me vio gritó como si fuera un monstruo, persignándose y restregándose los ojos por aquella aparición tan diabólica. Mi aspecto debía ser espantoso.

No podía resignarme a morir de frío o desangrado, abandonado por las leyes divinas, por mi Dios y por todo lo que había amado. ¡Y no lo quería, y lo maldecía!

Lo maldije con tanta fuerza que sentí una furia en mí sobrenatural. Y ofrecí mi alma al maligno, entregándosela a cambio de unos ojos, de una venganza, de una vida eterna y nueva. Mi cruzada comenzó inmediatamente…Entonces el cielo se oscureció, allí aprecié el mismo borrón y la misma claridad que había observado debajo de la capa de hielo, cuando nadaba para salvar mi existencia. El borrón se hizo redondo, alargado, como un túnel larguísimo y extenso que se perdía en una explosión de luz amarilla y ocre. Y que me envolvió. Sentí mi vida salir de mi cuerpo y volver a entrar, y escuché una voz ronca y supe lo que debía hacer. Desperté sobre la orilla del lago y me asomé hacía las gélidas y muertas aguas para ver mi rostro. Era yo, pero mis ojos eran muy singulares. Casi blancos tenían la capacidad de inspirar un algo de temor. Pero era yo, con el pelo casi rubio como mi madre y con los ojos muy blancos por el fuego interno, pero con un cuerpo de guerrero y de asesino, y con la capacidad de proyectar la forma de cualquier animal.

Mi primer propósito era la venganza, y hasta que no me vi saciado no la di por terminada.
Aquella noche salté las tapias del monasterio. Y ante la cruz de un cementerio la arranqué y la coloqué boca abajo. No era negar la existencia de un Dios, era la destrucción completa. ¿O acaso no estaba escrito en la Biblia que había que ayudar al prójimo? Pues a mí no me habían ayudado, no habían sentido ni un poco de caridad cristiana ni se habían comportado como buenos samaritanos. Y se los hice pagar. El monje fue mi primera victima y el incendio provocado de la iglesia mi segunda. Los soldados y todos los que participaron en mi agonía pública fueron los siguientes, hasta que me llegó el turno de ajusticiar al hombre feo y pensé: ¿qué es lo que le provocaría mayor sufrimiento? ¿Qué le dolería tanto como para volverle loco?

Asomada a la ventana descubrí a Anezka, la hija de aquel canalla apestoso. Su nombre significaba pura y era lo que su madre pretendía que fuese, a diferencia de Ahabael, la madre, pero la niña lo era, era pura, muy pura, como lo que yo necesitaba. Y de su sangre pura debía beber cuando diese por terminada mi venganza.
Esa noche rapté a la chica, sólo tenía unos quince años y estaba muy asustada. Le dije: voy a matarte, pero quiero que tu padre lo vea. Y ella ni siquiera gritó de terror, sólo lloró, lloró toda la noche y todo el día. La muerte no es nada Anezka, yo ya la he pasado y mírame, reboso vida.
(…) Pero no pude mantenerla conmigo, no quiso que la convirtiera en lo que yo soy, sobre todo después de que su padre muriese en mis brazos. Murió por tramposo, porque quiso pensar que era mas listo que yo y se equivocó. Einar, el padre de Anezka pertenecía a los valacos y yo en un tiempo también lo fui, ellos fueron los que me traicionaron a mí, delatándome ante los turcos y enviándome a la muerte con aquel ensañamiento del que sólo me libré por aquel demoniaco juramento. No me hizo falta bautizarme, pero comprendí que yo sólo, aún con poder no podría hacer frente a futuros problemas con pueblerinos con sed de justicia, como el padre de la chica pura. Así que esa noche cuando Einar quiso asestarme un verdadero tajo mortal, yo, tranquilamente le asesté una puñalada en el corazón. A propósito, muy bueno el corazón, buenísimo, Un hombre feo con un suculento corazón. ¡De rechupete!

De los valacos que se resistieron al susto de verme levitar con forma de murciélago o aspecto de lobo, sólo puedo decir que logré arrastrarlos de mi lado con una unción de sangre y un sencillo rito que les otorgó el aspecto de vampiros.
Y ahora son mi batallón, mi escuadrón, que siempre se va renovando con almas nuevas y cándidas. Formamos una secta secreta. Cada noche de conjunción astral debo realizar un ritual mágico, yo debo repetir lo que hice la primera vez con la pobrecita Anezka. Y así siempre conservaré la juventud, la belleza y la vida eterna. Y cumpliré con el pacto que hice antaño. Así pues, siempre que llega la sanguis noctis yo sé que debo encontrar a la sucesora, la chica de la pura sangre, la pura chica pura, y su especial estigma. Estar destinada a que yo beba de su sangre la noche que se abren las dos puertas y tú has llegado a mí como llegaron las otras. Pueden vivir en Asia, en China, en la nieve o en la playa, en el norte o en el sur, pero siempre llegan a mí como está escrito y siempre son ellas las que se acercan como tú hiciste. (…)


Extracto de una historia que escribí en el año 2002 y que ahora al leerla de nuevo me ha divertido mucho… ¡ay, como cambian las cosas!

lunes, 25 de octubre de 2010

La Condesa Sangrienta

Dicen que a Cleopatra le gustaba bañarse en leche de burra y miel para mantener su piel tersa, suave y luminosa. Unos siglos mas tarde una mujer obsesionada con su belleza llegó un poco mas lejos que la reina egipcia, pues para mantenerse fresca y joven decidió bañarse en sangre… Sangre caliente, viscosa y pura, sangre que le proporcionada juventud eterna.

Además de una perversión sádica y sexual, la Condesa Elizabeth Báthory sentía especial atracción por la sangre, y no sólo se contentaba con beberla, como es habitual en los llamados asesinos vampíricos, sino que se bañaba en ella con el fin de impedir que su piel envejeciese al paso de los años.


Erzsébet Bathory nació en 1560 en el seno de una de las más ricas familias húngaras.
Si bien pertenecía a la más ilustre y distinguida aristocracia, siendo su primo Primer Ministro de Hungría, y su tío Rey de Polonia, también existían antecedentes esotéricos entre los miembros de su familia, como pueden ser un tío adorador de Satán y otros familiares adeptos a la magia negra o la alquimia, entre los que se puede contar a la propia Báthory, ya que desde su infancia había sido persuadida por las enseñanzas de una nodriza que se dedicaba a dichas prácticas.
Cuando sólo contaba con quince años se casó con un noble, el conde Nadasdy, gran guerrero conocido como "El Héroe Negro" quien se divertía empalando y torturando a sus enemigos en el campo de batalla. Poco después del enlace se van a vivir a un solitario castillo en los Cárpatos llamado de Čachtice, donde la condesa pasaría sus últimos días de vida.
El conde no tarda demasiado en ser reclamado a una batalla, por lo que se ve obligado a dejar sola a Elizabeth por un tiempo. Al cabo de muchos momentos en espera de su marido, ésta se aburre por el continuo aislamiento al que estaba sometida, y se fuga para mantener una relación con un joven noble al que las gentes del lugar denominaban "el vampiro" por su extraño aspecto. En breve regresa de nuevo al castillo y empieza a mantener relaciones lésbicas con dos de sus doncellas.

Desde ese momento, y para distraerse de las largas ausencias de su marido, comienza a interesarse sobremanera por el esoterismo, rodeándose de una siniestra corte de brujos, hechiceros y alquimistas.
A medida que pasaban los años, la belleza que la caracterizaba se va degradando, y preocupada por su aspecto físico pide consejo a Darvulia, la vieja nodriza. Ésta, le indica que el poder de la sangre y los sacrificios humanos dan muy buenos resultados en los hechizos de magia negra, y le aconseja que si se baña con sangre de doncella, podría conservar su belleza indefinidamente...
En esa época, la Condesa tuvo su primer hijo, al que siguieron tres más. Y si bien su papel maternal le absorbía la mayor parte del tiempo, en el fondo de su mente seguían resonando las tentadoras palabras de la nodriza: "belleza eterna". Al principio intentó alejarlas de sí, posiblemente no por falta de deseo o valor, sino por temor a las consecuencias de cara a la aristocracia, pero años más tarde cuando su marido fallece no tarda en probar los placeres sugeridos por la bruja.

Al poco tiempo moriría su primera víctima: una joven sirvienta estaba peinando a la Condesa, cuando accidentalmente le dio un tirón. Ésta, en un ataque de ira le propinó tal bofetada que la sangre de la doncella salpicó su mano. Al mirar la mano manchada de sangre, creyó ver que parecía más suave y blanca que el resto de la piel, llegando a la conclusión que su vieja nodriza estaba en lo cierto y que la sangre rejuvenecía los tejidos. Con la certeza de que podría recuperar la belleza de su juventud y conservarla a pesar de sus casi cuarenta años, mandó que cortasen las venas de la aterrorizada sirvienta y que metiesen su sangre en una bañera para que pudiera bañarse en ella.




A partir de ese momento, los baños de sangre serían su gran obsesión, hasta el punto de recorrer los Cárpatos en carruaje acompañada por sus doncellas en busca de jóvenes hembras a quienes engañaban prometiéndoles un empleo como sirvientas en el castillo. Si la mentira no resultaba, se procedía al secuestro drogándolas o azotándolas hasta que eran sometidas a la fuerza. Una vez en el castillo, las víctimas eran encadenadas y acuchilladas en los fríos sótanos bien por un verdugo, un sirviente o por la propia Condesa, mientras las víctimas se desangraban y llenaban su bañera.
Una vez dentro de la pila, hacía que derramasen la sangre por todo su cuerpo, y al cabo de unos minutos, para que el tacto áspero de las toallas no frenase el poder de rejuvenecimiento de la sangre, ordenaba que un grupo de sirvientas elegidas por ella misma lamiesen su piel. Si estas mostraban repugnancia o recelo, las mandaba torturar hasta la muerte. Si por el contrario reaccionaban de forma favorable, la Condesa las recompensaba.

En algunas ocasiones, las víctimas que le parecían más sanas de mejor aspecto eran encerradas durante años en los sótanos para ir extrayendo pequeñas cantidades de sangre mediante incisiones afín que la dueña del castillo pudiera bebérsela.
Por otro lado, las calaveras y los huesos eran también aprovechados por los hechiceros del castillo, convencidos que sólo un sacrificio humano podía dar buenos resultados para realizar sus experimentos alquímicos.

Durante once años, los campesinos aterrados veían el carruaje negro con el emblema de la Condesa Báthory rastrear el pueblo en busca de jóvenes, que desaparecían misteriosamente dentro del castillo y que nunca volvían a salir.
Los cuerpos sin vida eran sepultados en las inmediaciones del castillo, hasta que finalmente, sea por pereza o descuido, tan sólo los arrojaban al campo para que las alimañas acabasen con ellos. Algunos aldeanos no las tenían todas consigo por los gritos estremecedores que se oían salir del lugar, y se empezaron a extender rumores por todo el pueblo de que algo raro sucedía en el castillo.
Finalmente algunos pueblerinos empiezan a rondar por las inmediaciones, en dónde se encuentran con los restos de más de una docena de cuerpos sin vida. De inmediato se arma una revuelta. Los exaltados aldeanos se quejan ante el propio soberano insistiendo que el castillo está maldito y que además es una residencia de vampiros.



-Castillo de Čachtice, lugar en donde Erzsébet Báthory cometió sus crímenes, permaneció presa y falleció. Y en donde se decía que había por todas partes toneles de ceniza y serrín, usados para recoger la sangre que se vertía tan pródigamente en aquel lugar. Debido a esto, todo el castillo estaba cubierto de manchas oscuras y despedía un tenue olor a putrefacción. Al lado lo que queda de él… sus ruinas-


Atacar a una familia de poder en esa época era algo verdaderamente difícil, y sobre todo si como en este caso, el acusado además de ser una persona distinguida entre la nobleza tenía amigos igual de poderosos por todas partes. Por ese motivo, el emperador comienza por no prestar atención a las quejas de su pueblo, pero finalmente envía una tropa de soldados que irrumpen en el castillo en 1610.
Al entrar, los soldados encuentran en el gran salón del castillo un cuerpo pálido y desangrado de mujer en el suelo, otro aún con vida pero terriblemente torturada, que había sido pinchada con un objeto para extraerle la sangre, y una última ya muerta tras ser salvajemente azotada, desangrada y parcialmente quemada.
En los alrededores del castillo, desentierran además otros cincuenta cadáveres.

En los calabozos, se encuentran a gran cantidad de niñas, jóvenes y mujeres aún con vida a pesar de que algunas de aquellas muchachas tenían señales de haber sido sangradas en numerosas ocasiones. Una vez liberadas, los soldados sorprenden a la Condesa y a algunos de sus brujos en una de las habitaciones del castillo en medio de uno de estos sangrientos rituales. Rápidamente son detenidos y conducidos a la prisión más cercana.
Los crímenes sádicos de Báthory habían durado aproximadamente diez años.
En el juicio, sobraban pruebas para condenar a Elizabeth Báthory culpable de los múltiples crímenes cometidos, pues no sólo se habían encontrado ochenta cadáveres sino que los guardias estaban de testigos para declarar que la habían visto matar con sus propios ojos. Ésta confesaría haber asesinado junto con sus hechiceros y verdugos, a más de 600 jóvenes y haberse bañado en "ese fluido cálido y viscoso afín de conservar su hermosura y lozanía". Le seducía el olor de la muerte, la tortura y las orgías lesbianas. Decía que todo lo mencionado poseía un "siniestro perfume".
Sus cómplices fueron condenados, unos decapitados y otros quemados en la hoguera. Algunos fueron ejecutados de forma cruel, se les arrancó los dedos con tenazas al rojo vivo y después se les tiró vivos a la hoguera. En cuanto a Elizabeth su condición nobiliaria le permitió escapar del verdugo, pero aún contando con el privilegio de pertenecer a la nobleza y ser amiga personal del rey Húngaro, fue condenada por éste último a una muerta lenta: la emparedaron en el dormitorio de su castillo, dejándole una pequeña ranura por la cual le daban algunos desperdicios como comida y un poco de agua. Murió a los cuatro años de permanecer en esa tumba, a los cincuenta y cuatro años, sin intentar comunicarse con nadie ni pronunciar la mínima palabra.

Pretendieron enterrarla en la iglesia de Čachtice, pero los habitantes locales decidieron que era una aberración que la "Señora Infame" fuera enterrada en el pueblo, y además en tierra sagrada. Finalmente, y como era "uno de los últimos descendientes de la línea Ecsed de la familia Báthory" la llevaron a enterrar al pueblo de Ecsed, en el noreste de Hungría, el lugar de procedencia de la poderosa familia.

Los documentos existentes demuestran la unión entre la familia Bathory y la de Vlad Tepes, "Drácula". De hecho un miembro de la familia Bathory, Stephen Bathory, fue quien dirigió la misión que devolvió a "Drácula" el trono en 1476. Además los antepasados húngaros de Drácula estaban relacionados con el clan Bathory.
Todos sus documentos fueron sellados durante más de un siglo, y se prohibió hablar de ella en todo el país. Los Archivos Nacionales de Hungría conservan abundante documentación sobre ella, particularmente cartas personales y actas del juicio. Sin embargo, sus míticos diarios, al igual que su retrato original, se hallan en paradero desconocido.


Fuentes: eliseodelalquimista.iespana.es/historia/condesa. escalofrio.com/n/Asesinos/La_Condesa_Sangrienta/La_Condesa_Sangrienta. Wikipedia. Google imágenes.

sábado, 23 de octubre de 2010

“Nadie me quiere, nadie se preocupa por mí”



El trozo de pelí que acabas de ver (si la has visto, claro) pertenece a una cinta de 1974 titulada “El jovencito Frankenstein” que fue dirigida por Mel Brooks y protagonizada por Gene Wilder. Se trata de una descacharrante parodia del cine de terror, en concreto de aquellas películas de los años 30 producidas por Universal hacia las cuales esta película hace un cariñoso homenaje. En concreto a Frankenstein. Esto se refleja en el hecho de que la mayoría de las piezas del laboratorio son las mismas que las usadas en la película Frankenstein de 1931, que fueron diseñadas por Ken Strickfaden. Para reflejar más eficazmente la atmósfera de aquellas viejas películas, Brooks rodó la suya en blanco y negro, una rara elección en aquella época. El guión fue escrito por Brooks y Wilder.
“Young Frankenstein” (su titulo en ingles) aparece en el puesto 28 de la lista de las 50 películas de todos los tiempos de la revista Total Magazine, en el número 56 de las «100 películas más divertidas» de la cadena Bravo y en el número 13 de las «100 películas americanas más divertidas de todos los tiempos» del American Film Institute.

Uno de los personajes más extraños y divertidos es Igor, un bizco jorobado que nunca tiene la joroba en el mismo sitio… y que por alguna razón (cosas de la nariz y de su pañuelo negro) se me recuerda muchísimo a doña Rogelia, y al mismo tiempo a la Blasa, uno de los personajes mas graciosos de los cómicos Cruz y Raya.

Y por si quieres más ración de Igor, aquí tienes…

jueves, 21 de octubre de 2010

Danzad, danzad malditos… II



Se acerca Halloween, la fiesta más terrorífica del año. ¿Y que necesitamos para disfrutarla de verdad? Pues disfraces, dulces a montones y un poco de marcha, la suficiente para estar toda la noche bailando sin parar, electrizados y poseídos por la inquietante magia de la música…

Como ya hiciera el año pasado (pincha) aquí tienes algunos hechizos digo canciones, para que te diviertas toda la noche:


1. Halloween Theme - John Carpenter. En 1978 el cine de terror de serie b cambió para siempre, aquel año nacería la saga de películas “Halloween” y el mundo entero conocería al famoso Michael Myers, un loco desequilibrado que se ha escapado de un psiquiátrico y que tiene una única obsesión: matar por donde vaya cuchillo en ristre. La banda sonora perfecta para poner a todo el mundo en tensión…


2. Abracadabra - Steve Miller Band. Abracadabra, ¡que simple!, ¿no? No lo parece pero esta maléfica palabra sirve para hechizar por doquier. Usada habitualmente en cualquier encantamiento que se precie, así como en la brujería y la magia en general, el abracadabra está considerada por algunos como la frase que más se pronuncia universalmente en otros lenguajes, sin necesidad de ser traducida. ¡Y ahora a abracadabailarr!...


3. Evil Woman - Black Sabbath. Ocultismo y terror, guitarras eléctricas muy graves, voces aulladoras llenas de letras que expresan angustias mentales y fantasías macabras, y un cierto gusto por lo oscuro definen a este satánico grupo, grupo que le canta a las mujeres y al diablo, aunque para algunos, ambas cosas sean casi lo mismo…


4. Don´t fear the reaper - Danny Elfman. “No tengas miedo a la muerte”, vienen a decir. Quizás no hay que temer, tal vez hay que escucharlos y hacerles caso, puede que sepan cosas que nosotros desconocemos, seguramente saben que hay vida después de la vida. Los espíritus y los zombis se levantaran para confirmarlo… no tengas miedo a la muerte porque cada instante de la vida es un paso hacia ella. Pero mientras tanto muévete un poco, total ¿para qué preocuparse?…


5. Witch Doctor- David Seville. La canción cuenta la historia de un hombre enamorado de una mujer que no le hace ni caso. Anhelante de su compañía, el desesperado hombre va a ver a un brujo para pedir consejo. El hechicero sabio sólo puede decir una cosa: "Oo ee oo ah ah ting tang Walla Walla bing bang" Confundido, el hombre va a ver a su esquiva amada y suelta la frase… ¿Es un hechizo? Pues cosa de magia, por fin la mujer parece darse cuenta de que aquel hombre existe en el mundo. Aquí tienes la canción, para que encantes a cualquiera…


6. Devil with the black dress on- Mitch Ryder & The Detroit Wheels. Algunos piensan que el diablo se viste de zara, no tengo ni idea de si será así, pero seguro que lo hace de negro. ¡Y yo que creía que siempre lo hacía de rojo! , pero según esta canción al diablo le va mas el negro, sólo quiere ese color la muy caprichosa…


7. The Killing Moon - Echo & the bunnymen. Bajo la luna azul se enamoran los amantes. Bajo la luna llena se trasforma el hombre en lobo. Con su limpia luz mira la bruja dentro de su humeante caldero, mientras recita con tronada voz: luna negra, luna roja, dile a la bruja que a la oscuridad se ha ido, que se vaya por donde ha venido…


8. Black Magic Woman – Fleetwood mac. Magia negra o magia blanca, esta noche no te librarás de su hechizo, ya estas perdido, no te escondas, no podrás escapar…


9. Clap for the Wolfman -The guess who.
Brujas y brujos, lunas de todos los colores y todos los tamaños, espíritus y seres extraños… En esta lista no podía faltar un hombre lobo y aquí lo tienes…


10. Devil's food - Alice Cooper. El diablo tiene un exquisito gusto por los dulces, tiene la suerte de tener una dentadura impecable, afilada y sin caries. Sin embargo esta noche le apetece algo más jugoso que un poco de azúcar roñoso…

martes, 19 de octubre de 2010

R.I.P.

Epitafios. Antiguamente se daba este nombre a los versos que se citaban en honor de los difuntos el día de sus exequias y anualmente se repetían en semejante días. Después se tomó por la inscripción que se pone sobre los sepulcros, como se ve hoy en día, unas veces en prosa y otras en verso a fin de conservar la memoria de los difuntos y erigir un monumento a su gloria.

Muchos epitafios fueron escritos con algún refinamiento literario, por lo que constituyen un subgénero literario lírico dentro del más general de la elegía o poema de lamento.

Los epitafios han sido muy variados, según las costumbres de los reinos y naciones. Los romanos tenían gran cuidado de hacer hablar a sus muertos en los epitafios, que algunas veces estaban llenos de moralidades acompañadas de bellísimas piezas de escultura y arquitectura, que no solamente servían de adorno a los sepulcros también de instrucción a lo posteridad por las acciones ilustres que ellas representaban y por los discursos morales que tan bien expresaban.
Se hacían en prosa o en verso o en lo uno y lo otro al mismo tiempo. Los epitafios más cortos eran mejores. Por esta razón Platón limitaba los epitafios en verso a cuatro hexámetros. Los más comunes son los de forma de simple discurso conteniendo solamente los nombres de aquellos que están puestos en las sepulturas con una exposición corta de la edad del difunto, del año, el mes, y del día en que les tocó morir, tal cual hoy se leen en la mayoría de los nichos de nuestros campos santos.

Requiescat in pace es un epitafio latino que traducido al español significa "Descanse en paz". De aquí surge la abreviatura más empleada en el ámbito funerario: R. I. P. Procede del final del responso que la Iglesia Católica reza por los difuntos:

Requiem aeternam dona ei (eis) Domine.
Et lux perpetua luceat ei (eis).
Requiescat (requiescant) in pace.
Amen.
"Dale(s), Señor, el descanso eterno.
Y brille para él (ellos) la luz perpetua.
Descanse(n) en paz.
Amén."


En España, en los cementerios, se sigue usando R. I. P., al igual que en italiano e inglés, ya que coincide con sus traducciones (Riposa In Pace y rest in peace).



Lord Byron tuvo gran afición por la compañía de los animales, al igual que por su perro Terranova «Boatswain», en cuya tumba escribió:

“Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin vanidad fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad y tuvo todas las virtudes del hombre y ninguno de sus defectos”.

Byron, mientras estudiaba en Cambridge, guardó un oso en una institución en donde estaban prohibidos los animales domésticos. En otras épocas de su vida tuvo de compañía a un zorro, monos, loros, gatos, un águila, un halcón, gallinas de Guinea, un cuervo, un tejón, gansos, una grulla egipcia y una garza. No es de extrañar entonces que escribiera un epitafio para su más fiel amigo y compañero.


“Aquí yace Moliere el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien”. Epitafio de Moliere

“De aquí si que no me escapo”.Harry Houdini

“Desde aquí no se me ocurre ninguna fuga”. Johann Sebastian Bach

“No es que yo fuera superior. Es que los demás eran inferiores”. En la tumba de Orson Welles.

“Jesús mío, misericordia”. Al Capone.

“Ocho horas con fiebre, ¡Me habría dado tiempo a escribir un libro!” En la tumba de Honore de Balzac.

“Pararía de morirme si se me ocurriera una palabra bonita o una buena idea”. En la tumba de Voltaire.

“Que baje el telón, la farsa terminó”. En la tumba de Rabelais.

“RIP, RIP, ¡HURRA!” Lo puso Groucho Marx en la tumba de su suegra.

“Señor, recíbela con la misma alegría con la que yo te la mando”. Siguiendo con las suegras, alguien escribió esto para la suya.

“¿Veis como no se trataba de un simple resfriado?” Escrito por un enfermo.

“Si no viví más, fue por que no me dio tiempo”. En la tumba de Sade.

“Que los amigos aplaudan. La comedia se ha acabado”. Ludwig van Beethoven.

“Nunca me he sentido mejor”. Douglas Fairbanks.

“Nunca debería haber cambiado el Scotch por los Martinis”. Humphrey Bogart.

“¿Por qué lloráis? ¿Pensabais que yo era inmortal?” Luis XIV.

“Ya decía yo que ese médico no valía mucho.” Miguel Mihura, escritor de comedias.

“Ojala que el gusano que me comió termine en un tequila”. un esperanzado.

”Si queréis los mayores elogios, moríos”. Enrique Jardiel Poncela (escritor y dramaturgo español).

“Verdadero acero, hoja afilada, Arthur Conan Doyle. Caballero patriota, médico y hombre de letras”. Arthur Conan Doyle (escritor y creador Sherlock Holmes).

William Shakespeare murió el 23 de abril de 1616 (martes 3 de mayo en nuestro calendario), a la edad de 53 años. Fue enterrado en el presbiterio de la iglesia de la Santísima Trinidad de Stratford, su pueblo natal. Según William Hall, el propio Shakespeare dictó los versos de su epitafio, que se hallan grabados en la lápida. Dicen así:


Buen amigo, por Jesús, abstente
de cavar el polvo aquí encerrado.
Bendito sea el hombre que respete estas piedras
y maldito el que remueva mis huesos.


Esta maldición ha llevado a no comprobar el contenido de la tumba durante siglos. Pero más allá del hecho anecdótico, el epitafio nos revela que Shakespeare tenía una arraigada creencia en lo sobrenatural, y además se arrogaba el poder de bendecir y maldecir, dándonos una idea de la imagen que tenía de sí mismo. ¿Pero cual es la razón para semejante aviso? Pues porque era común, en la época de la muerte de Shakespeare, el retirar cuerpos de sus tumbas y quemarlos para poder reutilizar el espacio de la tumba.


domingo, 17 de octubre de 2010

Hasta los huesos



Un hombre llega al mundo de los muertos, en donde es recibido por un gusano, calacas sonrientes y la mismísima calavera Catrina. Después de un rato de diversión y coqueteo, el hombre descubre que, después de todo, estar muerto no es tan malo.
“Hasta los huesos” es un cortometraje del cineasta René Castillo.
Su producción duró más de 3 años, y su sola filmación fue de año y medio; se necesitaron alrededor de 15 mil movimientos de los más de 70 personajes que componen este cortometraje de once minutos. En la música destaca la participación de Café Tacuba y la interpretación de Eugenia León.
Este cortometraje es el más caro de la historia de la animación en México con un coste de alrededor de 3 millones de pesos.

¡Que viva Calaca!

miércoles, 13 de octubre de 2010

Es imposible no relacionar a Salem con la brujería o las brujas, pero ¿existieron? Es de suponer que si se celebraron juicios por brujería es porque existían las brujas en cuestión… ¿o no?
La apacible aldea de Salem, hoy estado de Massachussets, Estados Unidos, recibe curiosamente más de 800 000 visitantes por año. Y es que en el pequeño pueblo aún resuenan los ecos de uno de los episodios más curiosos y sangrientos en la historia de la intolerancia humana.


Los Juicios de Salem:

Los también llamados “infames” juicios de Salem por brujería, apuntan a un famoso episodio del período de colonización de los Estados Unidos ocurrido en 1692, en la aldea de Salem, en el que, como consecuencia de las luchas internas de las familias coloniales y del fanatismo puritano solapado de paranoia, fueron condenadas a muerte a veinticinco personas acusadas de brujería, en su mayoría mujeres, y se encarceló a un número mucho mayor.
El número de acusados por brujería en dichos juicios pudo variar de entre 150 a 200 e incluso un número mucho mayor si se consideran los casos de aprisionamiento.

Muchas teorías han intentado explicar por qué la comunidad de Salem explotó en ese delirio de brujas y perturbaciones demoníacas. La más difundida insiste en afirmar que los puritanos atravesaban un período de alucinaciones masivas e histeria provocadas por la religión. Otras teorías se apoyan en analizar hechos de maltrato de niños, adivinaciones invocando al maligno, ergotismo (intoxicación con pan de centeno fermentado que contiene elementos químicos similares al LSD), el complot de la familia Putnam para destruir a la familia rival Porter, y algunas otras aluden al tema del estrangulamiento social de la mujer.




Extremismo religioso, acusaciones falsas, fallos en el proceso, intromisión gubernamental en las libertades individuales…De cualquier manera este horrible acontecimiento ha sido usado enfáticamente en la política y la literatura popular como una advertencia real sobre los peligros de todo lo mencionado.



A pesar de ser generalmente conocido como "Los juicios de Salem", las audiencias preliminares en 1692 se llevaron a cabo en diversas ciudades de toda la provincia: la aldea de Salem, Ipswich, Andover y la ciudad de Salem.
Los juicios más conocidos tuvieron lugar en la ciudad de Salem, en 1692, donde más de ciento cincuenta personas fueron detenidas y encarceladas, sólo con acusaciones, sin embargo no llegaron a ser formalmente procesadas por el tribunal del condado. Al menos cinco de los acusados fallecieron en prisión y las veintiséis personas que fueron a juicio fueron condenadas ante este tribunal. Un rasgo particular de estos juicios fue que las denuncias de alucinaciones y contactos demoníacos surgieron entre un grupo de mujeres de la comunidad de Salem pero nunca se realizaron procedimientos serios para obtener pruebas de tales prácticas, sino que casi todas las acusaciones se basaban en rumores y chismes. Los propios jueces se dejaron llevar por la histeria religiosa de la comunidad de Salem, formada mayormente por puritanos, que exigía frenéticamente condenas a las presuntas brujas.

Los acontecimientos en los juicios tuvieron una profunda influencia en la región y pudieron contribuir al deterioro de la influencia de los puritanos en el gobierno de Nueva Inglaterra.

Salem, 1692


Dentro de la pequeña comunidad de Salem existía una estricta conducta religiosa, en la cual cada persona vigilaba a sus vecinos y a su vez era vigilada por éstos en sus palabras y acciones, generando dudas y sospechas en caso que su conducta no se ajustase a los parámetros religiosos puritanos. Las mujeres eran consideradas como individuos destinados a servir a sus esposos, y a carecer de mayores derechos, mientras los niños eran destinados a educarse severamente desde temprana edad en las labores de los adultos en vez de simplemente jugar. Otra preocupación fundamental de esta comunidad era evitar la "ira de Dios" y por tanto sujetarse estrictamente a los dictados religiosos del puritanismo para así evitar el castigo divino que se traducía en pérdida de cosechas, mal clima, y muerte de ganado.


A mediados de 1692, Betty Parrish y Abigail Williams, de 9 y 11 años, hija y sobrina respectivamente del reverendo de la comunidad, comenzaron a comportarse de manera extraña. Según testigos, se echaban a llorar sin motivo y se arrastraban por el suelo, o caminaban en cuatro patas, ladrando como perros. Las sospechas pronto recayeron en Tituba, la esclava antillana de la familia, quien tenía fama de poder leer el futuro.
Las actividades ejercidas por Tituba, criada del ministro-reverendo Samuel Parrish, para entretener a las niñas Betty y Elizabeth, y Abigail Williams (hijas y sobrina del reverendo), fueron mal vistas por el pequeño pueblo.
Tituba sabía leer la fortuna e impresionablemente la clara del huevo. Esta ultima consistía en echar agua y la clara de un huevo en un vaso de cristal que contuviera una vela encendida dentro, para poder ver la silueta del futuro esposo en el humo de la vela cuando esta se apagara. Según otras fuentes utilizadas para la investigación, sólo Tituba y la anciana Martha Corey eran las únicas capaces de realizar con exactitud este acto.
Según algunas crónicas otras muchachas también se comportaban de forma extraña, como por ejemplo, Ann Putman, de 12 años, quien declaró ante la corte que había peleado con una bruja que había intentado decapitarla.




Por aquel entonces, la brujería era considerada delito contra el estado y se penaba con la horca, pero quienes admitían sus prácticas demoníacas eran indultados.
Fue así como Tituba declaró que era una bruja, y que uno de sus espíritus había atacado con un cuchillo a Ann Putman intentando decapitarla. También (quizás apremiada por los jueces) dijo que ella no era la única bruja en Salem y acusó a las niñas Parrish de ejercer esta actividad.
Por otro lado las niñas Parrish declararon que obraban obligadas por Satanás, y que ellas podían reconocer a los que practicaban la brujería y de esta manera “ayudar“a los ministros a capturar a los “enemigos”.

Así que las niñas Parrish se dedicaron a acusar a todos a quienes ellas querían, incluyendo al esposo de Tituba, a quien acusaron de elaborar un pastel con harina de centeno y orina de niño.
Además de a Tituba, las niñas también culparon a otras mujeres por haberles inflingido tales "posesiones": Sara Good, una vagabunda sin hogar; y Sarah Osborne, una vieja y pobre mujer.
Las mujeres fueron llevadas a la presencia de los magistrados locales e interrogadas durante varios días. Las otras dos mujeres se declararon inocentes, pero Tituba confesó: "El Demonio vino a mí y me obligó a servirlo". Describió elaboradas imágenes de perros negros, gatos rojos, pájaros amarillos y un "hombre negro" que quería hacerla firmar un libro. Ella admitió haber firmado el libro, y dijo que había muchas otras brujas que intentaban destruir a los Puritanos. Las tres mujeres fueron encarceladas.




Así fue como se desató una cadena de acusaciones en pocos meses. Los cargos contra Martha Corey, un leal miembro de la Iglesia en la Villa de Salem, sorprendió terriblemente a la comunidad; si ella era un bruja, entonces cualquiera podría serlo. Los magistrados, incluso, interrogaron a la hija de Sarah Good, que sólo tenía cuatro años de edad. Los interrogatorios se volvieron más serios en el mes de abril, cuando el representante del gobernador, Thomas Danforth, y sus asistentes, acudieron a las audiencias.
Docenas de personas de Salem y de otras villas de Massachusetts fueron interrogadas.
El 27 de Mayo de 1692 el gobernador ordenó que se formara una corte especial. Para cuando la corte se estableció, en junio, el número de personas detenidas era de 62. A principios del mes, Sarah Osborne murió en prisión.
El primer caso que abordó la corte especial fue el de Bridget Bishop, una mujer vieja conocida por sus chismes y por su promiscuidad. Cuando le preguntaron si había practicado la brujería, Bishop respondió: "Soy tan inocente como un niño aún no nacido". La defensa no debió ser particularmente convincente, pues fue hallada culpable y el 10 de Junio se convirtió en la primera persona colgada en el lugar que después fue bautizado como "Gallows Hill", que se traduce como “las colinas del cadalso”.




Cinco días después, el respetado ministro Cotton Mather escribió una carta implorando que la corte no permitiera la "Evidencia Espectral" (testimonio basado en sueños y visiones). La corte, sin embargo, ignoró esta petición y cinco personas fueron colgadas en julio, cinco en agosto y ocho en septiembre.
El Gobernador Phipps, entonces, prohibió más arrestos, liberó a las brujas acusadas y disolvió la corte el 29 de Octubre. A partir de ahí sólo fueron condenadas otras tres personas quienes, posteriormente, fueron perdonadas por el gobernador. Sin embargo, el daño estaba hecho: En total, 19 personas fueron colgadas en Gallow Hills, una mujer fue aplastada entre pesadas piedras hasta su muerte, varios murieron en la cárcel y 200 fueron acusados de usar magia negra.



En una audiencia celebrada en marzo de 1963 se descubrieron muchas otras cosas: Tituba declaró sobre la existencia de un hombre alto de Boston, el cual fue identificado como John Proctor, quien poseía el libro sagrado. Un libro que contenía los nombres de todos los brujos y brujas que habitaban en Salem.
También se descubrió que Proctor había tenido un romance con Abigail Williams, cometiendo así adulterio contra su esposa, Elizabeth Proctor, quien fue acusada de brujería por Abigail antes del arresto de Proctor, aparentemente por celos.


Otro acusado fue Giles Corey, de 80 años, quien se negó a declarar cuando se le acusó a él y a su esposa, Martha Corey, de brujería. Murió aplastado con piedras por los guardias encargados de hacerlo hablar. A este brutal sistema se le conocía como “el detector de mentiras” y se utilizaba de la siguiente forma:
Se amarraba al acusado a cuatro postes a unos centímetros del suelo y se le iba haciendo preguntas, si este no contestaba se le colocaba una enorme y pesada loza de piedra sobre la espalda; mientras el acusado se siguiera negando a declarar se le seguiría agregando mas piedras. Si el acusado sobrevivía dos días a esta masacre se le consideraba inocente, pero como es de suponer nadie lo logró, lo que según los ministros demostraba que todos los acusados eran culpables.


Hechos y victimas:


En siete años fueron ejecutados siete hombres, y trece mujeres. Además doscientas personas fueron arrestadas. Otras doscientas más habían sido acusadas por las niñas Parrish. Nadie fue quemado en la hoguera como se cree.
Cuatro años después de los juicios de Salem, los jurados firmaron una confesión de error y suplicaron clemencia, esto causó un gran alboroto en la sociedad, pues fue la prueba de que muchas personas inocentes habían muerto sin razón.
Catorce años más tarde Ann Putman declaró que había obrado engañada por el diablo; debió creer que eso la exculpaba.


Algunas de las victimas:


George Burroughs: antiguo reverendo de Salem. Fue acusado de ser el jefe de las brujas y murió ahorcado.
Alice y Mary Parker: hermanas que practicaban los ritos con Abigail y las otras. Murieron ahorcadas el 22 de septiembre de 1692.
Elizabeth Proctor: esposa de John Proctor. Se encontraba embarazada en el momento que la apresaron, siendo acusada de ejercer la práctica de brujería. No fue ejecutada, pero fue sentenciada a cadena perpetua.
John Proctor: portador del libro sagrado e incentivador a practicar la hechicería. Cometió adulterio con Abigail Williams, y murió ahorcado.
Abigail Williams: sobrina del ministro Samuel Parrish y amante de Proctor. Fue condenada un 6 de septiembre.
Giles Corey: murió aplastado en el “detector de mentiras” por defender a su esposa y no declarar ante la corte.
Martha Corey: murió un 22 de septiembre. Era esposa de Giles Cory. Fue acusada de brujería y de enseñar a Tituba a leer la clara de huevo.


Tras los juicios y ejecuciones, muchos de los involucrados, como el juez Samuel Sewal, confesaron públicamente sus errores y su culpa. En 1702, la corte declaró que los juicios habían sido ilegales y en 1711 la colonia aprobó una propuesta para restaurar los "buenos nombres" de aquellos que habían sido acusados y dio 600 libras a los herederos de estos. Sin embargo, no fue sino hasta 1957 (más de 250 años después) que el estado de Massachusetts pidió formalmente disculpas por los hechos de 1692.


Lo que empezó como un juego de acusaciones y falsas denuncias marcó un punto muy importante en la historia. Muchos inocentes murieron como consecuencia del fervor y el fanatismo. Y para siempre se recordará a Salem como el hogar de unas brujas que nunca existieron.

Fuentes: lalanzadeldestino.com/lasbrujasdesalem. tecnoculto.com/los-juicios-de-las-brujas-de-salem. Wikipedia. Google imágenes.

lunes, 11 de octubre de 2010



Dicen que los paisajes de Escocia son unos de los más hermosos del mundo, uno de esos lugares con magia y leyenda, uno de esos sitos en donde sentirse rodeados de impresionantes páramos y montañas de diversos verdes. Dicen de Escocia que llega al alma del viajero dejando su huella con recuerdos inolvidables. Hoy haremos parada aquí, escudriñaremos en la bruma matinal para descubrir a través de la pesada niebla los parajes mas embrujados del planeta tierra... En Escocia, tierra encantada.




Escocia abarca alrededor de 81.610 km², con una longitud de 441 km. de norte a sur, y varía entre 39 y 248 km. de la costa este a la oeste. Está dividida en dos áreas geográficas: las tierras bajas y las tierras altas escocesas.
Actualmente cuenta con una población de algo más de cinco millones de habitantes. Su capital es Edimburgo, una de las más bonitas ciudades del norte de Europa. Con una población de alrededor de 500.000 habitantes. Denominada la Atenas del norte, es la sede del parlamento escocés y la puerta a las míticas tierras altas escocesas.
La cultura escocesa es, en algunos sentidos, distinta a la de sus hermanos irlandeses. Hay cosas que todo el mundo asocia con Escocia:
El Kilt, ¿te suena? Se trata de la llamada "falda escocesa". Otra cosa importante de Escocia es el whisky, porque, no podía ser de otra manera los mejores whiskys del mundo provienen de Escocia. ¿Y quien no ha oído hablar de la gaita escocesa? Un instrumento muy importante de su folclore que se escucha en muchas melodías escocesas y en el himno de Escocia. ¿Castillos y fantasmas? ¿Lugares encantados? ¿Puede ser esto lo que mas se relaciona con Escocia? ¡Seguro!
Existen muchos casos de "Castillos Encantados" en Inglaterra y en Escocia, donde no faltan las historias de apariciones en torno a enormes y misteriosas mansiones de leyenda.
En gran parte, estas leyendas se ven ayudadas por el ambiente tétrico de los castillos: son lugares muy grandes, oscuros y, sobre todo, con muchos siglos de historia.

Repaso a algunos de los mejores lugares encantados:


Palacio De Hollyrood

El hogar escocés de la reina Elizabeth era originalmente una abadía construida por el rey David. Fue donde asesinaron a Maria de Escocia, amante de David Rizzio, que incurrió en los celos de señor Darnley del marido de Maria, y fue apuñalado casi sesenta veces. Los huéspedes han divulgado tener dolores de cabeza en el cuarto en el cual Rizzio murió, y en los años 80, un vigilante de seguridad sentía que bajaba la temperatura bruscamente y escuchaba misteriosos pasos. Se dice que en el palacio habita un misteriosos fantasma "La señora de verde", de la cual se cree vienen todas las desgracias ocurridas en el enigmático palacio.


Castillo De Edimburgo

El castillo esta lleno de pasadizos secretos, sótanos, y túneles, incluyendo uno que se cree que sirve para conectar con el Palacio de Hollyrood. La leyenda cuenta que se le dio orden a un soldado de explorar si uno de los túneles comunicaba directamente con Hollyrood, pero se perdió y quedó allí para siempre, aun hoy hay quien se queda inmóvil de miedo al escuchar entre las frías paredes una triste canción, la canción que entonaba aquel soldado.



Castillo Hermitage


Sobre este castillo corren multitud de leyendas: Se escuchan gritos, puertas que sin motivo no se pueden abrir o cerrar. Incluso aseguran que se ve a un enano vestido con harapos y una mujer de majestuosa apariencia. Las apariciones son atribuidas a uno de sus primeros dueños, William de Soulis, ya que se dice que practicaba la magia negra.


Cementerio De Greyfriars

Antes de ser un cementerio, Greyfriars fue la prisión, de los covenanters, rebeldes religiosos que se habían levantado contra el ejército episcopalista. En 1679, fueron encarcelados unos 1200 covenanters con muy poco alimento, centenares de ellos murieron y fueron enterrados allí mismo, hay quien ha escuchado sus lamentos de sufrimiento y hambre. Desde los años 90, varios turistas han anunciado haber sido atacados por un poltergeist que según ellos vaga por el cementerio.

También en Greyfriars, Bobby fiel compañero de un policía llamado John Gray quien vivió alrededor de 1856. John y el perro se convirtieron en amigos inseparables hasta 1858, cuando John muere de tuberculosis y es enterrado en el cementerio Greyfriars. Su perro “Bobby” se hizo famoso porque durante 14 años permaneció en la tumba de su amo durante todas las noches hasta su propia muerte en 1872.



-Vista del famoso cementerio, al lado, estatua erigida a "Bobby"-


Castillo Comlongon
La leyenda dice que se aparece en él una mujer vestida de verde que llora. Sus llantos se oyen de una manera desgarradora. Se cree que el fantasma es de Marion Currethers, que se suicidó lanzándose de una de las torres ya que se oponía a un matrimonio pactado con el que no estaba de acuerdo.

Castillo Balnagown Castle
Se cuenta que ‘Black Andrew’, un hombre hallado culpable de violación y ejecutado en el castillo, se aparece en este lugar. En este caso no sólo aparece sino que es capaz de atacar a los que le ven.

West Bow Street
En esta antigua calle, aun existe la casa donde residió Thomas, predicador fanático que fue ejecutado en la hoguera por practicar brujeria y por realizar prácticas sexuales. Aun está el lugar donde lo ejecutaron y en el se ha visto un caballo fantasma rodeado por las llamas.

Rosslyn Chapel
Construida en 1446 por sir Guillermo Sinclair, algunas partes de la capilla de Rosalyn se remodelaron después de llegar los templarios del templo del rey Salomon. Siempre se ha contado que el fantasma de un caballero templario ronda por aquí, y que en una de las partes de la capilla existe un acceso secreto que te transporta al mundo de los espíritus.


Cámaras Subterráneas

En el 1600, forzaron a la gente pobre de la época a vivir en las cámaras acorazadas situadas en los subterraneos de Edimburgo, allí abajo existe una ciudad entera, con sus casas y graneros. Fue abandonada en el siglo 19, y ahora es lugar de visita de turistas y, por supuesto, visitada por investigadores de lo paranormal. Aunque se sabe de algunos espíritus amistosos que rondan las cámaras, no todos son así. En el llamado cuarto del zapatero aparece una espantosa figura conocida como la mujer enojada. Según una psíquica en uno de los sepulcros que allí se encuentran se ha visto un hombre que intentaba ahuyentar a todo el que traspasa su zona. Gritos, lloros, pisadas o fuertes olores, son tan sólo algunas de las experiencias que dicen haber vivido visitantes de los pasadizos más populares de Edimburgo.



-Durante años los caminos subterráneos sin salida de Mary King´s Close, tan escondidos, han sido objeto de mitos y misterios-


Mary King's Close
En uno de los callejones estrechos de las mismas cámaras acorazadas. Se encerraron alli a enfermos durante una gran plaga en 1645 para dejarlos morir. La gente que visita el lugar asegura sentir debilidad, y emociones profundas. El rumor dice que habitan los fantasmas de las víctimas de la plaga y el fantasma de una mujer vestida de negro. Pero sobre todo el fantasma más conocido de Edimburgo, Annie, una pequeña muchacha que se aparece a los visitantes para que jueguen con ella.

Castillo De Dalhousie
Dalhousie fue construido en 1247 por el Ramsey clan, que lo mantendría durante 850 años. Fue convertido en hotel en 1974. Los huéspedes informan continuamente de sucesos extraños. Uno de los fantasmas que allí habitan es el de la señora Catherine, la hija de uno de los dueños del enigmático castillo, que murió de hambre después de ser encarcelado durante un año. Una camarera del hotel, una vez pudo ver el fantasma de un mayordomo en el comedor. Y, curiosamente, Dalhousie es también el refugio del espíritu de un perro, Petra, que murió en una de las torres del castillo en los años 80. Incluso Hay gente que asegura haber visto cabezas, brazos y piernas flotando en el aire.


Stirling Castle

A unos 25 km al norte de la capital escocesa se alza Stirling Castle, popularmente conocido como uno de los lugares más encantados. Según la profecía, una reina escocesa moriría entre sus muros a causa del fuego. Se cumpliera o no el vaticinio, con él nació una leyenda: la de la “joven de verde”: Una extraña presencia a la que se le han atribuido muchos de los desastres ocurridos en este lugar desde los testimonios de su primera aparición.



Escocia, un lugar de miedo...
Fuentes: Fantasmasovnis.com/fo-castillos-fantasmas. Escociavacaciones.com. Pasarmiedo.com/Edimburgo. Wikipedia. Google imágenes.
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