sábado, 31 de octubre de 2015

Bohemio Miedo Mix

Llevo desde 2009 dándote la lata con motivo de Jaloguin como graciosamente dice Montse del blog Isensebotànic. En este tiempo me ha dado tiempo de repasar muchas y muy curiosas anécdotas tenebrosas, algunas películas de culto con temática siniestra, tradiciones, relatos, vídeos de miedo, canciones para mover el esqueleto, y demás historias para poner los pelos de punta.
Así que me apetece hacer un repaso, ¿te apuntas?

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HAPPY HALLOWEEN

lunes, 26 de octubre de 2015

El beso del fantasma

Su tacto es frío pero acariciador, como el terciopelo y el hielo. Sus labios muertos provocan escalofríos tan profundos que todo se paraliza, los segundos, las estaciones, el correr de la vida, la sangre que fluye por las venas… Mecida entre sus brazos ya no importa la vida o la muerte, no importa el tiempo. Todo es eterno, intenso, indestructible… igual que sus labios fríos. La vida se vuelve sueño, y todo cae, el mundo cae, es una burbuja que flota, una pompa de jabón que se eleva y te eleva, y te transporta, te lleva lejos, a una dimensión dónde las formas no existen, dónde la materia es sólo energía, dónde no hay aliento, ni cuerpo, dónde el alma es infinita, absoluta, inmortal. ¿Así es el amor que traspasa la muerte? ¿El “para siempre” del que hablaban? Juró quererte en la vida y en la muerte. Juró estar contigo. Juró que nunca te abandonaría. Sólo está cumpliendo su promesa.

Hoy me toca hablar de los fantasmas, apariciones, espíritus o almas desencarnadas que se manifiestan entre los vivos. Quienes dicen haberlos visto los describen como siluetas o sombras monocromas, oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas, nebulosas o antropomórficas, de carácter inmaterial y trasparentes, que flotan y pueden no estar completas o no tener rasgos definidos ni rostro; pero también y más raramente aparecen opacos, de cuerpo entero y con apariencia humana normal, a veces también como esferas de luz u orbes.
Su existencia no se ha demostrado a ciencia cierta, normalmente se les confunde con motas de polvo, insectos o ilusiones ópticas producidas por retrodispersión, pareidolia, apofenia o cualquier otro prejuicio cognitivo.
Los fantasmas también utilizan otros medios para dejarse notar: aromas penetrantes, golpes, ruidos (generalmente pasos), música o voces… incluso un descenso de la temperatura antes de alguna manifestación sensible.
A pesar de estos fenómenos muy pocas veces han sido cazados. Existen algunas grabaciones y fotografías (incluso hasta termográficas) pero sobre ellas pesa la duda del fraude o la falsificación.
Sea como sea la imagen del fantasma es muy importante en la cultura popular, forma parte del folclore de muchas culturas. Abundan las leyendas, los cuentos, los relatos, los mitos. Muchos  clarividentes, médiums, ashanes o chamanes se han nutrido de ellos. Tanto así que hay fantasmas muy famosos como “El holandés errante”, la “Dama gris” o el fantasma de Elvis.
Si tengo que elegir me quedo con los fantasmas literarios, como “El jinete sin cabeza”, “El fantasma de Canterville”, “Hamlet”, “El fantasma de la Ópera” y los fantasmas cinéfilos, como Beetlejuice, Myrtle la llorona o Sam Wheat.
¿Y tú, crees en los fantasmas?


Te dejo un vídeo con mis escenas favoritas con fantasmas, que lo disfrutes…

viernes, 23 de octubre de 2015

Parasomnia

La luz no era luz, quizás algo parecido a un parpadeo azulado. Era algo que se iba desenrollando igual que una alfombra que se precipita desde un punto alto. Atrapada, parecía contenida en el interior de una cosa redonda, un túnel, un punto blanco lejano y borroso. Era como la luz de los sueños, posiblemente de las pesadillas.
Algo le oprimía el pecho, no podía respirar, boqueaba con nerviosismo tratando de recoger una buena bocanada de aire pero no podía, se ahogaba, se le cerraba la garganta, se esforzaba, luchaba, y no resultaba. Algo le oprimía el pecho. No podía moverse.
Abrió los ojos pero su cuerpo se había vuelto de granito, lo sentía pesado, ajeno a su propia voluntad, no le respondía. Sus piernas y sus brazos estaban anclados, atados, sujetos. Tenía la sensación de que no estaba despierta del todo pero lo estaba. Su angustia creció, se oyó gritar dentro su cabeza pero su voz no se materializó. Sus pensamientos se dispararon. Trató de pensar con calma hasta que de repente recordó que lo que le estaba pasando era un trastorno muy común que se llamaba parálisis del sueño, no era grave, no iba a morirse, pronto recuperaría el control sobre sí misma, tan sólo tenía que respirar con calma. Con calma. Hondo. Profundamente. Sí, expirar y aspirar. Expirar y… No, no, ¡no funcionaba, se ahogaba! Su pecho estaba comprimido, aplastado. Estaba atrapada dentro de su propio cuerpo.
Esto sólo es un agudo ataque de parasomnia, se dijo, eso es y nada más. Nada más. Pero algo le decía que era otra cosa, algo peor.
Su aprensión se disparó porque estaba segura de que alguien la miraba, cerca, muy cerca, a muy corta distancia.
No podía mover el cuello, ni pestañear, no podía salir de esa inmovilidad. ¡Y le pesaba tanto el cuerpo! Y además seguía intuyendo una presencia amenazante. Quería pensar que se trataba de una alucinación pero sentía la proximidad de algo real, palpable.
Las lágrimas acudieron a sus ojos, podía sentirlas resbalando por sus mejillas. Su pecho, su pecho le dolía. Sus lágrimas caían… y de pronto algo la tocó en la cara. Sus pupilas se agrandaron. Su cuerpo le respondió por primera vez y bajó la vista, entonces lo vio, ahí, algo horrible, oscuro, animal, sobre su pecho, en su pecho, bebiendo de su cuello, arañándola con unas pezuñas afiladas como espinas, un demonio devorador que la observaba con una sonrisa perversa y cruel. No pudo gritar… no le dio tiempo. 


martes, 20 de octubre de 2015

Ternura, belleza, sensualidad y erotismo en el cine de terror

La fórmula del miedo en el cine se sirve de unos ingredientes fundamentales e infalibles: sangre, muerte, dolor, tortura, angustia…
La tensión provocada salta de la pantalla a tu butaca, a tu sofá, y te estruja el cuerpo en un espasmo de pánico, de rechazo, incluso de asco. La culpa la tiene ese algo sobrenatural, cómo una presencia diabólica que se ha apoderado de la voluntad de alguien, otras es por el psicópata desquiciado que anda al acecho de partir en dos a la rubia protagonista con su sierra eléctrica, también está ese fantasma de la sombría casa señorial atrapado en el mundo de los vivos que sabe como mortificar a los que viven en el otro plano de la conciencia.
Pero el cine de miedo también se ha servido de otro ingrediente igual de importante: el sexo.
Entonces la receta varía un poco, la atracción al miedo es diferente, más excitante, más peligrosa, ficticia, inexacta pero intensa, es otra clase de miedo si puede llamarse miedo, no existe el horror propiamente dicho, todo está más relacionado con el erotismo. Y aquí entran en juego algunos clichés, algunos deseos inconfesables, algunas fantasías, no todas para demonizar al sexo.
En el cine de miedo no hay muchos héroes aunque esto ha cambiado últimamente sobre todo en ciertas sagas con componente adolescente. El séptimo arte se ha valido de códigos de lenguaje, esto es emplear por ejemplo la ciencia ficción para tratar temas políticos y religiosos, en el caso del terror se trata del sexo. ¿Y por qué el cine de terror está tan vinculado al erotismo? Una de las claves apunta a que en numerosas ocasiones el miedo y el agobio excitan a ciertas personas. Leyendo al respecto en algunas páginas especializadas en cine que aparezca una mujer indefensa en las películas es una de las cosas que más excita.
Los mismos tópicos: siempre es la mujer (rara vez el hombre) la que está en peligro y no puede salvarse, casi siempre el rol femenino impone que ella tiene huir con muy poca ropa, a veces medio desnuda. ¿Y de qué huye esa mujer huérfana de abrigo y ayuda? Sí, algunas veces es de algo muy feo, pero en este caso es de algo llamado vampiro.
Un vampiro, ser mitológico, no simplemente monstruo ávido de sangre, un individuo subyugante y hermoso, dotado de un importante don de seducción.
Hablar de sexo y vampiros puede parecer redundante, ya que el imaginario popular los asocia casi inevitablemente. Los vampiros, como cualquier otra manifestación de la no-muerte dentro de las leyendas populares, son seres con un intenso apetito sexual, el cual no siempre se manifiesta abiertamente. En otras palabras, casi todas las actividades y hábitos asociados a los vampiros poseen una fuerte carga de simbolismo sexual, virtud que les ha valido una permanencia incuestionable en los mitos modernos.
El vampiro masculino somete de tal manera a sus víctimas que casi siempre da la impresión de que son ellas las que se entregan voluntariamente a sus apetitos.
Nunca hay violencia directa en contra de la voluntad de la víctima, sino una especie de danza de seducción que finalmente acabará con una entrega total, absoluta.
Aquí encontramos el primer símbolo sexual en la cultura vampírica: la relación de poderes y el anhelo de someter como único vehículo de satisfacción del deseo.
El abandono absoluto de la mujer ante el poder de persuasión del vampiro es equivalente a la entrega sexual. Ofrecer la propia vida, sacrificarse, es una sublimación del acto de entregar el cuerpo a la persona deseada.
Por esto las películas de vampiros son las que más oportunidades de ver escenas de sensualidad y sexualidad nos ofrecen.
En el titulo del post e incluido la palabra ternura. El que nos puede inspirar Frankestein un monstruo recién nacido, ¿flotará la niña como lo hacen las flores? Una horrible manera de descubrir que la verdad no era tan bonita.


Fuentes:

Google imágenes

domingo, 18 de octubre de 2015

Monster

La peor pesadilla para los niños son los monstruos, esos seres que habitan los lugares más sombríos de su casa: la oscuridad de debajo de la cama, la negrura de un cuarto oscuro, ese hueco que queda en el armario cuando retiras una percha…
Hoy te presento el cortometraje de 2005 Monster, dirigido por Jennifer Kent la realizadora detrás de la triunfadora película The Babadook.
Una madre soltera que lucha contra el miedo de su hijo a un monstruo escondido en casa pronto descubrirá que la envuelve una siniestra presencia.
Protagonizan Monster los actores Susan Prior y Luke Ikimis-Healey como madre e hijo. Rodada en un blanco y negro muy cinematográfico te esperan diez minutos aterradores.


miércoles, 14 de octubre de 2015

Disfraces para Halloween que dan escalofríos

Y no sólo escalofríos, también sudores fríos. Los disfraces de ahora tan coloridos y divertidos no tienen nada que ver con los de principios del siglo pasado. Antes daban muy mal rollo, y no lo digo por decir: sacos rotos, sábanas ajadas, caretas deformadas, viejas máscaras de cartón con expresiones siniestras, horrorosas criaturas, una legión de seres sobrenaturales con una misión: ESPANTARTE DE VERDAD.

Corre la leyenda de que hay gente que ha querido arrancarse los ojos después de ver estas fotografías, uff creo que estoy siendo muy temeraria al compartirlas…




















Música: Sad and Scary Song"Come Out And Play"Creepy Music Box

sábado, 10 de octubre de 2015

Risas malvadas

La risa malvada es un acto reflejo del Homo risum malignum ante su propio desequilibrio. La mejor herramienta del malvado es una risa afilada, amarga como la hiel, y hondamente perturbadora. Una risa incómoda para sus víctimas-oyentes que surge poderosa, espontanea pero sobre todo oscura. Es como una cosquilla en la garganta, un orgasmo de maldad, la mejor evidencia de una preocupante flojera de tuercas. La risa malvada puede ser desde terrible y sofisticada hasta estúpida e irrisoria. Una risa de este tipo pretende burlarse de las desgracias ajenas, pero también surge de ciertas ansias destructivas y de dominación (especialmente del mundo). Cada una de estas risas posee algunos puntos distintivos, diminutas diferencias y características que enriquecen un extenso catalogo de risas maquiavélicas.
Ejemplos:  
MUAMUAMUAMUUAAA...
MUAHAHAHAHAHAHA...
BWAHAHAHAHAHAHA...
MUAJAJAJAJAJAJA...
JAJAJAJOJEJEJÉ...
HA... HA.... HA... y JA... JA... JA...
JUAS, JUAS, JUES, JUIS

Los peores personajes del cine y sus peores risas son, por este ranking:

6-Evil Dead II: Es una risa desesperada y maniática, incluso nerviosa, posesa y desquiciante.
5-La bruja del este: Risita de cuento, de primero de maldades aplicadas, pone de los nervios especialmente por su hilarante agudeza.
4-Joker: Es muy mala, incontinente y forzada, con el punto justo de jocosidad para provocar aturdimiento.
3-Chucky: Risa estornudo, con toda la fuerza de un huracán, tiene su punto cruel.
2-Cruella de Vil: Cascabelera y contagiosa, y rematadamente perversa.
1-Drácula: TE-RRO-RÍ-FI-CA.


Dominar el arte de la risa malvada es una habilidad que está al alcance de todos, siguiendo estos pasos que te detallo a continuación.
Hay un método que se recoge en el Manual de los megalómanos con ganas de dominar el mundo, que dice así:
            —1er punto: Antes que nada, motívate a entrar en un estado mental malvado. Un buen método para hacerlo es meditar sobre planes malvados, gente que odias o cosas que te disgustan. Tus hermanos menores también funcionarán.
—2: Decide si quieres una risa aguda o grave. Si eliges hacer una risa aguda y eres capaz de agregarle un efecto de eco, hazlo. Una risa aguda tiende a sonar histérica así que solo elige esa opción si puedes hacer una expresión demente y maníaca. Levanta una ceja mientras bajas la otra, a la vez que sonríes ampliamente de manera desagradable con una malévola expresión de “¡Sé algo que tú no!” O el siempre efectivo “¡La venganza pronto será mía!”
—3: Ejecuta tu risa, sin importar si es el “muajajajaja” o el “jejejejejejejejeje”. Si te ríes “muajajajaja”, hazlo desde la garganta. Si no puedes decidirte entre los dos, prueba una risita desquiciada.
—4: Acentúa tu risa demente con gesticulaciones desquiciadas; puedes echar tus brazos al aire, darle forma de garra a tus manos o constantemente apuñala el aire con tu dedo índice. Una alternativa es llevar tus puños cerca a tu pecho con tus codos a los lados mientras te agachas ligeramente hacia delante. En combinación con ropas oscuras o luz trasera y el estilo de risa grave, esto puede crear un efecto mucho más ominoso.
—5: Si eliges un enfoque más sutil, golpea tus dedos ligeramente unos con otros como el Sr. Burns en Los Simpsons. ¡Excelente! También puedes frotar tus manos juntas para darle el toque extra pero esto tiene un efecto más impactante si adoptas una postura jorobada y una sonrisa cruel en tu rostro.

Ya tienes los tics necesarios para poner en práctica tu peor risa de villano, ¡ahora a practicar!


Fuentes:

miércoles, 7 de octubre de 2015

¿Para qué sirve el miedo?

Miedo, ¿qué es el miedo? Es eso que te perturba, que no te deja dormir, que te acecha con ojos invisibles desde algún rincón de la habitación y de tu alma, eso que tiñe tu espíritu de negro y que anega tus pensamientos de ideas extrañamente macabras. Puede ser real o no, pero está ahí, te aguarda, te asalta, te persigue… y a veces te derriba. Te hace suyo, pocas veces te suelta. Te gasta, te consume, te debilita, ahoga. Ahoga tu luz y apaga tus sentidos. No deja que pienses en nada mas, te quiere suyo, íntegramente, ni siquiera le basta un para siempre. El miedo puede crecer, y sabe como extenderse. El miedo provoca, el miedo contagia, el miedo da miedo.


¿Para qué sirve el miedo? Lanzo esta pregunta al aire, conjurando al viento que me susurrará una respuesta, pero, ¿tiene alguna utilidad el miedo?
Llevo muchos años dedicándole un mes entero al miedo en mi blog, no porque me atraiga más bien porque me intriga. 
¿Para qué sirve? Yo supongo que  para estar alerta.
Aunque hay que gestionarlo a su debida manera es una emoción que cumple un papel fundamental: nos ayuda a sobrevivir. ¿Qué pasaría si viviéramos sin miedo? Aunque parezca terriblemente definitivo sólo existe una posibilidad: moriríamos.


domingo, 4 de octubre de 2015

Basado en una historia real

Es verdad que la realidad supera con creces la ficción. La mayor fuente de inspiración para el género de terror es muchas veces la vida misma. El cine sólo ha tenido que nutrirse de los titulares más morbosos y sangrientos para que muchas de sus historias y thrillers alcancen por sí mismos la categoría de terroríficos.
Basta decirte que el miedo que experimentarás al leer esta entrada será muy real…

Películas de terror basadas en historias verdaderas:

La matanza de Texas (1973)
La película: Un grupo de veinteañeros de excursión se topa con una familia de palurdos psicópatas y caníbales. El más inquietante de todos ellos, Caracuero, lleva una máscara y ropas fabricadas con la piel de sus pasadas víctimas. Y una sierra mecánica más grande que él.
La historia real: ¿Sabías que La matanza de Texas, El silencio de los corderos y Psicosis comparten la misma fuente de inspiración? Hablamos de Ed Gein, un agricultor de Wisconsin aficionado al robo de tumbas, a la taxidermia (disecando cuerpos humanos) y a otros macabros trabajos. Eso sí: a diferencia de Caracuero, Norman Bates y Buffalo Bill, Gein ‘sólo’ fue responsable de dos asesinatos, obteniendo la mayor parte de su material a partir de cadáveres frescos.

Terror en Amityville (1979)
La película: Una pareja se muda junto a sus hijos a una casa donde ocurrió un asesinato múltiple. Por supuesto, una vez instalados empiezan a ocurrirles desgracias de todo tipo.
La historia real: El libro en el que se basó Terror en Amityville recogía las peripecias, supuestamente auténticas, de la familia Lutz, que sólo aguantó 28 días en una mansión colonial comprada por la friolera de dos millones y medio de euros (ajustados) en 1975. Olores pestilentes, comportamientos compulsivos en los niños y en los adultos, una enigmática “habitación roja” de la que nadie les había hablado fueron los responsables de que el clan tirase su inversión inmobiliaria a la basura.




El Ente (1981)
La película: Barbara Hershey encarna aquí a una mujer violada repetidas veces por una misteriosa criatura invisible.
La historia real: En 1974, la californiana Doris Bither recurrió a la ayuda de investigadores paranormales para acabar con los abusos que sufría a manos de un poltergeist. Según los cazafantasmas, en la casa de la víctima se documentaron fenómenos extraños tales como luces encendiéndose y apagándose y objetos que se desplazaban sin causa aparente.



Henry: retrato de un asesino (1986)
La película: Tan brutales eran los asesinatos reflejados en esta cinta por el director John McNaughton que Henry… pasó varios años en cuarentena antes de llegar a los cines: nadie se atrevía a estrenarla.
La historia real: Los protagonistas del filme están basados en dos personajes reales: Henry Lee Lucas, psicópata que asesinó a 11 personas, y su compinche Otis Toole. En la vida real, Lucas afirmó haber matado a más de 600 personas, aunque eso se debería más bien a que, con cada supuesta confesión, un departamento de policía ávido de cerrar casos mejoraba las condiciones de su vida en prisión.


El exorcismo de Emily Rose (2005)
La película: El juicio por homicidio contra un sacerdote (Tom Wilkinson), presunto responsable de la muerte de una joven, se convierte en una encrucijada donde se unen la fe, la superstición, los fenómenos paranormales y la imprudencia temeraria.
La historia real: Mientras que en la película no queda claro del todo si Emily Rose estaba poseída por Satán o sólo padecía una forma rara de epilepsia, la joven alemana Anneliese Michel era, muy probablemente, una enferma mental que se mató a sí misma de hambre (con la connivencia de un sacerdote y de sus propios familiares) al interpretar sus crisis alucinatorias como ataques del Maligno.


Zodiac (2007)
La película: La película describe cómo varias vidas quedan hechas trizas al enredarse en la investigación de unos asesinatos en serie.
La historia real: El dibujante Robert Graysmith echó realmente por la borda su vida privada tratando de descubrir la identidad del Asesino del Zodíaco, un psicópata que mató a al menos cinco personas en San Francisco y sus inmediaciones a finales de los 60. Aunque Graysmith afirmó haber encontrado al criminal, como refleja el filme, las pruebas de ADN en las cartas que este enviaba a la prensa descartaron a su sospechoso. Los asesinatos del zodíaco, por cierto, inspiraron la figura de Scorpio, el enemigo de Clint Eastwood en Harry el sucio.



Fuentes:

google imágenes

viernes, 2 de octubre de 2015

Selfie From Hell



Imagina que cada vez que te sacas un selfie descubres algo extraño en la fotografía, una silueta negra, un monstruo escondido, una presencia que no ves pero que está ahí cada vez que aprietas el disparador. ¿Es algo real? ¿Es una ilusión?
El productor Meelah Adams y el director Erdal Ceylan de “Fuck You Zombie” han creado juntos un cortometraje titulo “Selfie From Hell”.
Aquí lo tienes, espero que no pases mucho miedooo…




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